Buenos Aires, 11 sep (Sputnik).- El presidente argentino, Alberto Fernández, sostuvo que el dictador Augusto Pinochet (1973-1990) ocasionó un gran daño a la democracia chilena al derrocar al mandatario socialista Salvador Allende (1970-1973), con ocasión del 50 aniversario del golpe de Estado.
«El régimen totalitario y autoritario de Pinochet acabó con la tranquilidad de miles de chilenos y sirvió para que América Latina viera en él a un cruel dictador que definitivamente le hizo mucho daño a la democracia chilena», aseveró Fernández en un mensaje difundido este lunes.
El mandatario, que delegó en el subsecretario de Asuntos de América Latina, Gabriel Fuks, y el embajador en Chile, Rafael Bielsa, la representación argentina en los actos de conmemoración del golpe de Estado que organizó el país trasandino, lamentó no haber podido asistir, ya que regresa por estas horas de la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) que tuvo lugar el fin de semana en India.
El jefe de Estado aseguró que Allende, que se suicidó durante el golpe de Estado dentro del Palacio de la Moneda, sede del Ejecutivo, mientras el edificio era asediado por los cohetes de cazabombarderos de la Fuerza Aérea, fue «un ejemplo en una democracia que estaba produciendo una revolución en la sociedad chilena».
«Más allá de la cordillera se había instalado un Gobierno popular que estaba revisando las lógicas conservadoras de una sociedad que, como suele pasar en nuestro continente, se siente dueño de sus países», evocó Fernández.
En su mensaje, el presidente argentino aseguró que el 11 de septiembre de 1973 «todo se volvió oscuro», sin que se supiera bien por entonces quién era Pinochet, por más que se percibía «lo que podía venir en Chile».
«Ese día también se murió Salvador Allende y la tragedia empezó en Chile», sentenció.
El mandatario recordó que más de 40.000 personas fueron perseguidas, torturadas y asesinadas y que al menos 1.000 chilenos permanecen aún desaparecidos.
Pese al golpe de Estado, el mandatario argentino advirtió que «aún hoy perduran voces que defienden y recuerdan aquel día como un día de recuperación de Chile» y que son «voces que no valoran la democracia».
Así «afloran los discursos de odio, vuelve a aflorar la mirada antidemocrática en Chile, en la Argentina, en todo el mundo», observó Fernández.
A seis días del aniversario, el Gobierno argentino retiró por decreto tres condecoraciones que el país otorgó a Pinochet en 1975, 1976 y 1993: dos insignias de la Orden de Mayo y el collar de la Orden del Libertador San Martín.
La primera distinción fue entregada por la expresidenta María Estela de Perón (1974-1976), la segunda fue concedida por el exdictador Jorge Videla (1976-1978) y la tercera fue otorgada por el expresidente Carlos Menem (1989-1999).
La Orden de Mayo, creada en 1946, es una condecoración que se otorga a civiles o militares extranjeros a los que el Estado argentino quiera agradecer sus servicios u obras personales.
La Orden del Libertador San Martín, constituida en 1943, se entrega a funcionarios, civiles o militares extranjeros que merezcan reconocimiento en alto grado en el ejercicio de sus funciones.
Mensaje del presidente Alberto Fernández (@alferdez) en el acto en homenaje a Salvador Allende al cumplirse 50 años de su derrocamiento, en Chile. pic.twitter.com/xBNmnp2iCq
— Casa Rosada (@CasaRosada) September 11, 2023
Con su golpe de Estado, Pinochet no solo derrocó al presidente socialista, sino que dio paso a un régimen en el que 28.000 personas fueron torturadas, 3.227 fueron asesinadas y unas 200.000 fueron obligadas al exilio, según cifras oficiales. (Sputnik)
