lunes 29, abril 2024
spot_img

La CCSS, un tema de todos. (II)

Hace cinco décadas éramos un país pobre, de pobres, con trabajos muy mal remunerados e inestables, éramos un país de cogedores de café. En un hogar de ocho, tal vez uno cotizaba para la seguridad social, los demás miembros asistían a recibir atención médica en la Unidad Sanitaria y eventualmente iban a los hospitales de la junta de protección social, que eran casi todos salvo el Hospital Central, después Calderón Guardia.

En el comienzo de la década de los setenta, se abrió abruptamente el flujo migratorio de nicaragüenses, salvadoreños, colombianos etc, que fueron utilizados como mano de obra barata y fue ahí, en pleno desarrollo del estado solidario, que los costarricenses comenzaron a tener mejores perfiles laborales: también estalló la “burocratización” de Costa Rica.

Los políticos, que de paso siempre han sido iguales, encontraron que los votos estaban en darle trabajo a burócratas a granel, la era de la social democracia contra el poder oligárquico, comenzamos a llenar el país de clínicas y los hospitales de la JPS, fueron absorbidos por la CCSS, sin ninguna planificación, solo amparados en la ley de “universalización del seguro social”.

Nunca hubo planteamientos técnicos ordenados, dos o tres gerifaltes, aliados a los políticos de turno del PLN y PUSC, trasmutados en PAC y CHAVISMO. crearon un monstruo de mil cabezas. Mucho comunista se convirtió en empresario y la marcha del país fue hacia una izquierda democrática, sobornada bajo cuerda por el poder económico.

Los años ochenta vieron el apogeo de una medicina de primera clase en el país, fuimos pioneros en muchos ámbitos médicos en la región mesoamericana, el país comenzó a llenarse de escuelas de medicina, algunas “de garaje”, donde se graduarían profesionales en mayor número del que podía absorber la Caja, entrado el siglo XXI, comenzó la fuga de especialistas al sector privado, que creció como la espuma: el que podía se iba.

Las listas de espera fueron incrementándose, llegando a niveles peligrosos para la salud: no se daba a basto, seguíamos con el modelo de los años cincuenta insertados en un modelo neoliberal a ultranza. Se conoció algo de los “grandes amos de la evasión y la elución”, que continúan sin pagar en muchos casos, pero el señor de la caja perseguía a los pequeños.

El encarecimiento de la medicina fue minando naturalmente los fondos, entonces se echaba mano irresponsablemente de los fondos de pensiones, sin importar lo que vendría, el hecho político de administrar una institución tan importante, creó alianzas entre las élites políticas y empresariales, con el mutuo acuerdo tácito de cerrar los ojos: ¡no veo,no sé! No sabemos realmente qué ha sido de las finanzas de la institución en los últimos treinta años, salvo que han menguado peligrosamente los últimos años, por múltiples factores que no conocemos.

Hoy, ante un auge de los seguros médicos privados, aunado esto a un envejecimiento de la población, la pirámide invertida y el deseo de participar la empresa privada en competir en el juego de intereses, todo cambia por muchas razones, para bien o para mal de esta gigantesca institución, para bien o mal de los usuarios.

Aunque el neoliberalismo ha sido un gigantesco fracaso, la social democracia con sus profetas ha fallecido, el comunismo quedó en nada y solo está vivo el neofascismo, un sistema totalitario que busca dominio intelectual y económico, mediante los nuevos dictadores: políticos obedientes a los poderosos.

En la CCSS se fueron entronizando burócratas irracionales: nada más difícil que dejar de ser asegurado como trabajador independiente; el burócrata de la institución no razona, aplica el reglamento. En el segundo gobierno de Óscar Arias entraron 13.500 burócratas no médicos de golpe y porrazo.

(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es médico

Noticias de Interés

1 COMENTARIO

  1. Pienso que el neoliberalismo no fue un fracaso en el tema de salud, más bien, lo veo como el contrincante que compite con la CCSS desde las clínicas privadas, pero enfocado en los servicios médicos para nacionales de plata que no quieren esperar hasta que toque turno en la lista de espera y los extranjeros de élite que viven aquí o que vienen para obtener tratamiento de calidad a un precio atractivo – los costos no sé. El problema es que la medicina privada se ha llevado a muchos formados en la CCSS, sea como asalariados o independientes, con ingresos muy, pero muy superiores a los recibidos en la institución. Esto es un problema que la CCSS no puede resolver sino con una política salarial agresiva, pero posiblemente insostenible. Tonces, por qué los sindicalistas brincan tanto, si son parte del problema y buscan culpables afuera?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias