Teherán, 28 Oct. (EUROPA PRESS) – Las fuerzas de seguridad iraníes han confirmado que ha detenido a más de 40.000 refugiados, la mayoría afganos procedente de Pakistán, cuyas autoridades han declarado un ultimátum de deportación contra esta comunidad que expirará el 1 de noviembre.
La Guardia Fronteriza de Sistán y Baluchistán, en la doble frontera con Pakistán y Afganistán, estima concretamente 40.509 «ilegales que cruzaban la franja fronteriza», según ha declarado el comandante Sardar Reza Shojaei a la agencia oficial de noticias iraní IRNA.
«Los extranjeros que deseen ingresar, permanecer o salir de nuestro país deberán hacerlo por vía legal. De lo contrario serán detenidos y, tras su entrega a las autoridades competentes, expulsados del país», ha añadido.
Esta ola de detenciones tiene lugar a poco más de tres días de que expire el ultimátum de las autoridades a los refugiados afganos (muchos de ellos huyendo de los talibán) sin la llamada ‘Prueba de Registro (PoR)’, el documento que acredita su estatus. Naciones Unidas calcula que el ultimátum afecta a unos 1,7 millones de refugiados afganos de los entre 3,3 y 4,4 que hay en el país, dependiendo según de la ONU o del Gobierno paquistaní.
Numerosas ONG han criticado duramente esta maniobra, que ven directamente como un proceso de expulsión contrario al derecho Internacional, mientras Pakistán esgrime que se trata de una medida de seguridad para contener una reciente ola de atentados terroristas de los que acusa en gran parte a ciudadanos afganos en el país.
