Madrid, 31 Oct. (EUROPA PRESS) – Más de medio millar de parlamentarios de las Cortes Generales (en su mayoría del PP, del PSOE y Vox), casi todo el Gobierno en funciones y 14 presidentes autonómicos han sido testigos este martes en el Salón de Sesiones del Congreso del juramento constitucional de la Princesa de Asturias, por el que la heredera de la Corona, el día de su decimoctavo cumpleaños, ha comprometido fidelidad con la Carta Magna y las leyes españolas y con los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas.
«Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, y fidelidad al Rey», es el juramento que ha hecho Leonor de Borbón y Ortiz siguiendo el artículo 61 de la Constitución.
Aunque cuando prestó juramento su padre en 1986 había diputados y senadores comunistas, socialistas, ‘populares’, centristas y nacionalistas, esta vez el ‘plantón’ a la monarquía se ha extendido a seis grupos parlamentarios: ERC, Junts, Bildu, PNV, el BNG y Sumar, que sólo ha enviado una delegación institucional de tres personas.
Hace casi 38 años asistieron los presidentes catalán y vasco, Jordi Pujol (CiU) y José Antonio Ardanza (PNV), pero en 2023 no se ha logrado el ‘pleno’ porque se han negado a asistir el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el president Pere Aragonès. Ha faltado también la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, del PP, que este martes tenía Consejo de Gobierno para aprobar los Presupuestos de la región.
Tampoco el Gobierno de coalición ha estado al completo en el hemiciclo, pues se han negado a acudir las dos ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, y el de IU, Alberto Garzón. Faltó igualmente la vicepresidenta tercera Teresa Ribera. Ni siquiera estaba completa la Mesa del Congreso porque, aunque Sumar había decidido que los cargos institucionales asistieran, a última hora se descolgó el secretario primero de la Cámara, Gerardo Pisarello, acogiéndose a la decisión de En Comú de no enviar diputados.
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Con traje de chaqueta
La ceremonia del Congreso arrancó a las once y diez de la mañana, cuando los Reyes y la Princesa y su hermana, la infanta Sofía, llegaron en sendos Rolls Royce históricos, escoltados por unidades a caballo de la Guardia Real. Leonor de Borbón, con traje de chaqueta blanco y el toisón de oro en su solapa, mientras que la Reina llevaba un vestido azul, el color de la Princesa de Asturias, y su hermana otro vestido combinando el banco y el azul.
La Familia Real fue recibida en la Carrera de San Jerónimo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Teodoro Esteban López Calderón, para después escuchar el himno de España y recibir honores militares.
Irene Montero critica que la monarquía es «incompatible» tanto con el feminismo como con la democracia ya que su legitimidad se basa en normas «machistas»: «El feminismo es el motor de la democracia, lo contrario de la monarquía» https://t.co/kS1NZri4M5
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El Jefe de Estado pasó revista al Batallón de Honores, tras lo cual, y junto a la Reina y sus hijas, se dirigió a la escalinata de la Puerta de los Leones, engalanada con el baldaquino o dosel de gala, donde fueron recibidos por los anfitriones del acto, los presidentes del Congreso, Francina Armengol, y del Senado, Pedro Rollán.
Ya en el palacio, en el Vestíbulo de la Reina, la Familia Real saludó a los presidentes del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido, y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el vocal Vicente Guilarte, como principales representantes de la Justicia, y posteriormente se dirigió al Salón de Pasos Perdidos, donde hizo lo propio con los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado.
Los Reyes y sus hijas entraron después al Salón de Plenos, donde fueron recibidos por los aplausos de los más de 550 parlamentarios asistentes y se interpretó el Himno Nacional. La Sesión Solemne comenzó con la lectura del acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 10 de octubre en el que se proponía la celebración de la sesión conjunta del Congreso y el Senado para esta ceremonia.
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Última ceremonia del letrado mayor
De su lectura se ha encargado el secretario general del Congreso, Carlos Gutierrez Vicén, quien también ejerció en la proclamación de Felipe VI en 2014 y que en los próximos días dejará el cargo tras casi diez años bajo las Presidencias de los ‘populares’ Jesús Posada y Ana Pastor y los socialistas Patxi López y Meritxell Batet.
Tras el discurso de la presidenta del Congreso, que ha incluido citas en lenguas cooficiales, llegó el momento del juramento constitucional de la Princesa de Asturias, coronado con casi cinco minutos de aplausos de los asistentes al acto, puestos en pie.
Para esta ceremonia, el hemiciclo se ha vuelto a engalanar casi 38 años después con un aspecto similar al del juramento de Felipe de Borbón y a su proclamación como rey el 19 de junio de 2014. El acto central ha transcurrido en el estrado instalado en la zona reservada a la Presidencia del Congreso, sobre el que, además de la Princesa de Asturias, sus padres y su hermana, se han situado los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado y los presidentes del Gobierno, del TC y del CGPJ. Por protocolo todos los varones vestían chaqué.
En las tribunas del Congreso, como testigos de este acto parlamentario, se podía ver a dos ‘padres’ de la Constitución –Miguel Herrero, de la UCD, y Miquel Roca, en su día de CiU–, a los cuatro expresidentes del Gobierno (los socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y los ‘populares’ José María Aznar y Mariano Rajoy), y a expresidentes del Congreso y del Senado.
Otras autoridades presentes en las tribunas, además de los presidentes autonómicos, fueron el responsable de Política Exterior de la Unión Europea, José Borrell, y uno de sus antecesores, el socialista Javier Solana, así como el alcalde de Madrid, las presidentas del Consejo de Estado y del Tribunal de Cuentas, el Fiscal General del Estado, el Defensor del Pueblo, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, los jefes de Estado Mayor y el delegado del Gobierno.
Pero, además, el Congreso añadió a la lista de invitados a una veintena de jóvenes destacados de la generación de Leonor de Borbón que ha acudido en representación de las comunidades autónomas, así como a representantes de entidades sociales, ecologistas y científicas.
Acabado el acto en el hemiciclo, la Princesa de Asturias recibió las medallas del Congreso y del Senado, y, al igual que su padre, inauguró la segunda edición del Libro de Honor de la Cámara Baja. Después, la Familia Real saludó en el Salón de Pasos Perdidos a todos los invitados al acto.
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Perímetro acordonado, sin público en San Jerónimo
Familia Real, parlamentarios y demás autoridades remataron el acto en el exterior del Congreso presenciando el desfile militar que discurrió por la Carrera de San Jerónimo hasta la Plaza de Cánovas del Castillo, conocida por su fuente de Neptuno.
Eso sí, todo el perímetro del Congreso estuvo acordonado por las Fuerzas de Seguridad, con lo que no había público más allá de los afortunados que vieron el acto en sus balcones de la Carrera de San Jerónimo y que dieron algunos vivas al Rey, a la Princesa y la España.
