Ciudad de México, 15 nov (Sputnik).- México rechazó este miércoles el proyecto de ley contra migrantes indocumentados aprobado por el Congreso del estado de Texas (sur de EEUU), y reafirmó su derecho a proteger a los connacionales que se encuentran en el país vecino.
«El Gobierno de México reconoce el derecho soberano de cualquier país de decidir las políticas públicas que deben ejecutarse en su territorio. No obstante, respetuosamente externa su derecho legítimo de proteger los derechos de sus nacionales en EEUU, así como el de establecer sus propias políticas de internación a su territorio. En ese sentido, el Gobierno de México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a autoridades estatales o locales detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano», dice un comunicado publicado por la cancillería.
La nota hace referencia a la iniciativa de ley SB4 aprobada por el Congreso de Texas, que, según México, pretende detener el flujo de personas migrantes, mediante su criminalización, «lo que resultará en la separación de familias, discriminación y perfilamiento raciales».
La Cámara de Representantes de Texas aprobó el martes el proyecto de ley SB4, que convertiría en un nuevo delito estatal la entrada ilegal al estado y otorga a las autoridades policiales el poder de detener a migrantes irregulares y ordenar su salida del país.
El texto debe ser promulgado ahora por el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien se espera que le de luz verde.
México expresó su preocupación por las nuevas medidas que afectarán los derechos humanos de las más de 10 millones de personas de origen mexicano que residen en Texas, «al propiciar ambientes hostiles que pueden derivar en actos o crímenes de odio en contra de las comunidades migrantes».
Además, el Gobierno de México reiteró su rechazo «a cualquier medida que contemple el retorno involuntario de personas migrantes sin respeto al debido proceso».
Por su parte, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) de Texas condenó la aprobación de las medidas fronterizas y las calificó como «unas de las leyes antiinmigrantes más radicales jamás aprobadas por ningún estado».
La organización amenazó con demandar a Abbott si firma el proyecto de ley SB4.
Ante las nuevas medidas, la cancillería mexicana instruyó a 11 representaciones consulares en Texas diversas acciones para reforzar la comunicación con la comunidad migrante y las autoridades, así como el asesoramiento legal y la protección de derechos.
La Cámara de Representantes de Texas aprobó también otro proyecto de ley fronterizo, el SB3, que asigna 1.500 millones de dólares para construir un muro fronterizo.
El texto tuvo modificaciones por lo que volverá al Senado para su aprobación. (Sputnik)
