Quito, 17 nov (Sputnik).- Daniel Noboa se alista para recibir en apenas unos días la banda presidencial hecha a su medida, convirtiéndose en el mandatario más joven de la historia reciente ecuatoriana, a sus 35 años, y para gobernar con más retos que tiempo.
En las dos últimas semanas, Noboa ha dado a conocer desde su cuenta oficial en la red social X el equipo de ministros que trabajará en su breve gobierno (y del cual dependerá en buena medida que él pueda o no catapultarse nuevamente a la carrera por la Presidencia para un periodo ordinario de 4 años, tras un primer mandato derivado de la aplicación por primera vez de la llamada «muerte cruzada» vigente en la Constitución de 2008 y con la cual el presidente saliente, Guillermo Lasso disolvió el parlamento.
«Hay dos cosas que me llaman la atención de los designados: uno que hasta el momento hay un muy buen porcentaje de mujeres presentes en los ministerios más estratégicos, que eso es también un punto positivo para la equidad de género del gabinete ministerial, y el otro tema es que vemos políticos jóvenes, profesionales jóvenes que van a estar en las carteras de Estado», dijo a la Agencia Sputnik Tatiana Quinga, politóloga y exasesora legislativa.
Quinga, máster en Política Comparada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Ecuador), señaló que el hecho de que los designados sean jóvenes en su mayoría o mujeres no garantiza que vayan a ejercer una función de excelencia en estos puestos clave.
«Sobretodo, porque estas nuevas figuras tienen más experiencia alineados al sector privado y hay muy pocos que se han desempeñado en cargos públicos», aseveró.
Anotó que ya existe la experiencia en el gobierno del banquero Guillermo Lasso, el cual ha evidenciado que no es lo mismo gerenciar el espacio privado que un Estado.
En su opinión, precisamente conspiró contra la credibilidad de Lasso el hecho de que nombró ministros «muy desentonados» del propio discurso del Ejecutivo, y por ello consideró importante las primeras decisiones que tomen los nuevos ministros tomando en cuenta que asumirán en una fecha complicada, a fines de año, cuando el gasto público es el doble.
En su gira previa a la toma de posesión, que incluye los EEUU, España e Italia, el nuevo mandatario anunció que tendrá que solicitar un «préstamo puente» de los organismos multilaterales para poder financiar su plan de gobierno y también adelantó que el país podría caer en «default» (cese de pagos) en 2026 o en 2027.
El apoyo monetario, dijo Noboa en Washington, permitirá a su gobierno ser sostenible y que él pueda reelegirse en el cargo para el próximo mandato (2025-2029).
Los flamantes ministros
En el listado de autoridades designadas Noboa anunció como ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana a Gabriela Sommerfeld, de 52 años, quien posee experiencia en finanzas, marketing, administración y turismo, y ha estado vinculada a la industria de las aerolíneas.
También se anunció que continuará en su cargo el actual ministro de Turismo, Niels Olsen, el único ministro que fungió en una cartera de principio a fin del mandato de Lasso.
Mientras, la cartera de Deporte la asumirá el periodista Andrés Gushmer, de 45 años, quien ha sido narrador deportivo y empresario en el área de la comunicación, concejal del Municipio de Guayaquil y candidato a prefecto de la provincia de Guayas.
Entre las designaciones que más le llama la atención a Quinga está la de Sariha Moya, de 35 años, al frente del Ministerio de Economía y Finanzas, con experiencia de cargos públicos en los gobiernos de Rafael Correa (2007-2017) y Guillermo Lasso (2021-2023), ya sea en la Secretaría de Planificación, el Ministerio de Finanzas, del Interior y el de Gobierno.
«Es la quinta mujer que ocupa este cargo desde 1979, año en el que volvimos a la Democracia. Que esto plantee una mejor gestión no es comprobable todavía», apuntó Quinga.
Sonsoles García será la ministra de Producción. La abogada, de 32 años, se ha desempeñado en funciones como experta en derecho tributario y comercio exterior.
Roberto Luque fue nombrado al frente del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Es ingeniero de 36 años y posee experiencia como consultor en el sector público.
Franklin Palacios, dirigirá la cartera de Agricultura. Tiene 52 años y está vinculado a la industria bananera, uno de los principales negocios de la familia Noboa.
Andrea Arrobo, de 33 años, liderará el Ministerio de Energía y Minas, con el aval de haber sido gerente regional del Consejo Mundial de Energía y desarrolladora de negocios energéticos.
Arturo Félix Wong fue designado como el Secretario de la Administración Pública, es abogado, empresario y amigo de la infancia de Daniel Noboa.
En tanto, Daniel Calderón, de 32 años, ocupará el puesto de ministro de Educación. Es licenciado en Ciencias de la Educación y máster en Innovación Pedagógica.
Como titular del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica fue elegida Sade Fritschi Naranjo, de 26 años, la más joven hasta ahora del equipo de gobierno de Noboa. Es máster en Ciencias en Gestión de Proyectos con distinción de la Universidad de Southampton de Inglaterra y directora de la agrupación ADN en Galápagos, de donde es oriunda.
Roberto Izurieta, actual embajador de Ecuador en Chile, se ocupará de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia. El empresario, de 63 años, trabajó en 3 de las 5 campañas presidenciales de Álvaro Noboa, el multimillonario bananero y banquero, padre del nuevo presidente.
En el caso de otros ministerios, como el de Salud, Vivienda, Trabajo, Telecomunicaciones,Cultura e Inclusión Económica y Social todavía no se han anunciado sus titulares.
La politóloga Quinga resalta que Noboa debe completar al menos un listado de 400 nombres para ocupar puestos en la función pública, pero cree que no los tiene, al ser él un político joven sin base en un partido político que lo respalde, sino una alianza de dos agrupaciones políticas que le ofrecieron apoyo a su candidatura a la Presidencia.
«Lo que debería pensar al nombrar los otros ministros y viceministros en un proceso participativo, que involucre a las organizaciones sociales y a la clase política con más experiencia y credibilidad», indicó la analista.
Señaló además que, más allá de las personas que integren el gabinete, lo que le dará a Noboa la posibilidad de ir a la reelección serán los resultados palpables que tenga su gobierno a corto plazo, lo que es bastante complicado por el breve tiempo de su mandato.
«Sabemos que el tema de la seguridad no es algo que se solucione de la noche a la mañana, pero creo que en otros temas que son palpables y que la gente necesita, como sacar un turno para la cédula (de identidad) de forma ágil o conseguir medicinas en los hospitales de forma transparente. Son los goles que debe meter el presidente electo y no necesariamente tienen que ver con lo que hagan los ministros», resaltó.
La estrategia de Gobierno
Tras la toma de posesión, el presidente electo y su gabinete deberán comenzar a aplicar la estrategia gubernamental para dar respuestas a las demandas de enfrentamiento a la inseguridad creciente, la reducción de las muertes violentas, así como la dinamización de la economía y la generación de empleo.
«Se supone que el Ejecutivo tiene que actuar como un engranaje, lo que dice y hace el presidente debe estar en concordancia con lo que hacen sus ministros porque se supone que el gabinete está alineado a una hoja de ruta y si bien cada ministerio tiene sus propias especificaciones tienen un objetivo en común», apuntó.
Entre sus promesas de campaña, Noboa aseguró que combatirá las mafias criminales para garantizar la seguridad del país y por ello existen expectativas en quién será la autoridad a cargo de este ámbito para que ponga en marcha su Plan Fénix, que incluye la modernización de las fuerzas del orden con equipamiento de avanzada y las llamadas «cárceles barcazas».
«Esto solo se logra con un Ministro del Interior eficaz que sepa cómo manejar la cancha de la Asamblea Nacional y tenga una experiencia política fuerte en el país», aseguró la experta.
Otro de los temas en los que se enfocó Noboa en su plan de gobierno fue el empleo y en particular en beneficiar a los jóvenes con sus políticas laborales, además de lograr tender alianzas con todos los actores políticos para alcanzar una mejor gobernabilidad.
Quinga considera que los primeros 100 días del nuevo gobierno debería estar enfocado en presentar un plan de trabajo con miras al 2025 y ejecutarlo en tres temas: seguridad empleo y gobernabilidad, y en procurar no repetir los errores de los gobiernos de Lasso y Lenín Moreno (2017-2021), que en los 100 primeros días se dedicaron a ver las falencias de los gobiernos anteriores en lugar de hacer propuestas.
«Creo que Noboa tiene que ser muchísimo más pragmático y rápido y ahí está la importancia de generar una hoja de ruta. Su gestión tiene que ser más proactiva, con un plan de trabajo a corto, mediano y largo plazo, y será fundamental el trabajo que realicen sus ministros», aseguró.
Si bien Noboa ganó la Presidencia con el 51,83 por ciento de los votos y cuenta con un respaldo del 74,38 por ciento de los entrevistados en un sondeo de la empresa Perfiles de Opinión, difundido esta semana, la bancada oficialista de la alianza ADN que lo llevó al Palacio de Carondelet no es mayoritaria en la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) para la aprobación de iniciativas legislativas, por lo cual tendrá que acudir a acuerdos políticos.
«Creo que debe hacer acciones que no necesariamente pasen por la Asamblea Nacional, porque el presidente está llegando con una minoría y está formando alianzas que probablemente no se sostengan en el tiempo, por lo que es más previsible que la gobernabilidad de la Asamblea siga fragmentada y vaya cambiando dependiendo de los intereses que se vayan dando», aseveró la analista Quinga.
Al recibir las credenciales como vencedor en las urnas, el flamante mandatario aseguró que va a tocar «fibras sensibles» de grupos de poder que han estado enquistados por décadas y avizoró una reacción de grupos criminales con los que dijo que tendrá tolerancia cero, al igual que con los traidores a la Patria.
«Tenemos una dura labor, no va a ser fácil», ha dicho el empresario y exlegislador, quien ahora enfrenta el reto de intentar gobernar a un país con una economía que no recupera a los niveles pre pandemia, un desempleo galopante, e impactado por el crimen organizado transnacional, el narcotráfico, la violencia, y una inseguridad que podría dejar un nuevo récord de muertes violentas este 2023. (Sputnik)
Otro tonto como LGS, poniendo a chancletudos de lonchera. Pobre país