San José, 27 nov (EP/PL).- La tasa de fecundidad en Costa Rica sigue en tendencia a la baja, mientras que en el 2012 las mujeres tenían en promedio 1,84 hijos, en la actualidad se estiman 1,29, según un estudio difundido hoy aquí.
Un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) con los principales indicadores demográficos para el periodo 2021-2022 precisa un aumento en la mortalidad infantil y una disminución en la mortalidad materna. En el 2022 fallecieron 10 personas menores de edad por cada mil nacimientos, un aumento del 9,6 por ciento en comparación al año anterior, lo que significa que en el 2022 se registró una muerte más por cada mil nacimientos.
La mitad de las muertes, el 51 por ciento, responde a “afecciones originadas en el periodo perinatal” y en este grupo la causa de muerte es en recién nacidos con una gestación menor a las 28 semanas.
Precisa el estudio publicado en Semanario Universidad que San José es la provincia con mayor aumento en la mortalidad infantil, pero es Cartago quien registra la mayor tasa de muertes infantiles, seguido por Puntarenas y Limón.
Guanacaste presenta la menor tasa (6,26), aproximadamente cuatro defunciones menos por mil nacimientos si se compara con el indicador nacional; además, experimentó una disminución de 32,6 por ciento con respecto al año anterior, destaca el estudio.
Por otro lado, la mortalidad materna se redujo en más de la mitad, en comparación al 2020: pasó de 3,44 por 10 mil nacimientos, a 1,50, es decir, dos muertes maternas por 10 mil nacimientos.
En total se registraron ocho fallecimientos de mujeres durante el embarazo, parto o posparto en el 2022.
Era de esperar y pronosticar con el arribo y política de los progres (PAC-FA), enemigos de la familia y nonatos al fomentar el aborto, con el contubernio de un apestado sistema, que se hayan dejado llevar por aires extraños. Y estas estadísticas se maquillan y podrían ser más negativas, si no fuese por la cantidad de paisas, que viene por miles, a nacer en Costa Rica, para aprovecharse de nuestros logros sociales. Así, ningún país del mundo puede aguantar tal nube de problemas ajenos. La idea es devastar la clásica familia costarricense y desvincular esos lazos, que estarían equivocados en disolver. Flaco favor nos hace la academia en seguirles la corriente, donde hasta los vínculos religiosos y costumbres les estorba. Al carajo los principios y valores, que fomentan los entes DDHH. Coacciones extranjeriles, para igualarnos al resto del marcial e inicuo istmo