domingo 28, abril 2024
spot_img

Fútbol: Lo más importante de lo menos importante

Columna Poliédrica

El futbol es una actividad que muchos consideran la más importante de las menos importantes. Con esa afirmación pretenden decir que se trata de un deporte cuya incidencia en el estado de ánimo de las personas es suficiente como para tomarlo en serio, tal y como lo hacían los Romanos con el espectáculo que se desarrollaba en el Coliseo; en consecuencia, esta circunstancia no es nueva, aunque la actividad haya variado en el tiempo, se trata del mismo efecto social aunque con actividades y tiempos diferentes.

El fútbol es un deporte que implica táctica y estrategia. Se parece mucho a la guerra convencional en que los soldados deben enfrentar una fuerza contraria en que se deben conquistar espacios en un determinado territorio; es decir, que se pueden conquistar y perder en un tiempo corto en función de la dinámica de las partes involucradas en el territorio. Siempre hay que tener presente que los espacios territoriales en el fútbol y en la guerra convencional son vitales para ganar los partidos o las batallas de una guerra.

En varias ocasiones he manifestado mi interés por el fútbol. Me parece que es un deporte, como la mayoría, en que la inteligencia es más importante que la fuerza o que incluso la habilidad individual; dicho de otro modo, la inteligencia aplicada a una dinámica colectiva es necesaria para lograr los objetivos que persigue un determinado grupo de personas. Es lo más parecido a la dinámica social en que los miembros de una comunidad procuran objetivos comunes para lograr el bienestar de todos.

Lo más interesante del fútbol es su incidencia en el imaginario colectivo. Se trata de un fenómeno social que, en muchos casos, determina el estado de ánimo de muchas personas; en otras palabras, hay seres humanos que están dispuestos a las conductas más inverosimiles debido a su afiliación con un determinado equipo de fútbol, desde molestar al prójimo, hasta actuar de manera violenta contra un aficionado de otro equipo.

El fútbol no debería generar relaciones violentas entre las personas. No obstante, una cosa es el deber ser y otra muy diferente lo que es, es decir, en la realidad el fútbol genera contradicciones entre las personas por la simple filiación a un determinado equipo o a otro; aunque parezca increíble, una buena cantidad de personas están dispuestas a pelear con otras por cuestiones de fútbol, es decir, por las trivialidades que genera este deporte de masas.

Lo más increíble es que en la actualidad una pelea por razones de futbol pueda despertar el interés de muchas personas en la sociedad costarricense. Hemos llegado a tal nivel de estupidez que un hecho como el mencionado, puede concitar la atención de todo tipo de gente; resulta ridículo que algo tan trivial se convierta en un tema nacional, por encima de otros problemas que tienen costarricenses en todos los ámbitos.

El fútbol ha pasado a ser una actividad omnipresente. Se ha convertido en una actividad de veneración, de reverencia y de culto para demasiadas personas; en términos de otra época, se ha convertido en el opio del pueblo; se trata de un negocio vinculado al entretenimiento, pero con tintes que van más allá de lo normal y que tiene la posibilidad de influir en el estado de ánimo de las sociedades.

No obstante, no debemos de perder de vista que el fútbol sigue siendo lo más importante de las cosas menos importantes.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columna poliédrica.blogspot

 

Noticias de Interés

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias