Caracas, 29 dic (Sputnik).- La decisión del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de ordenar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) una «acción defensiva» ante la presencia de un buque británico en Guyana es proporcional a la amenaza planteada por Londres en medio de la disputa por el territorio del Esequibo, dijo a la Agencia Sputnik el politólogo Martín Pulgar.
«La acción de Venezuela es proporcional al nivel de amenaza planteado; la amenaza planteada no solamente es la presencia de ese buque patrullero o de ese barco con funciones de guarda costa como han pretendido establecer», expresó Pulgar, egresado de la Universidad Central de Venezuela y conductor del programa «Geoestrategia del Sur» de la Radio del Sur.
Maduro ordenó el jueves al alto mando militar activar una «acción conjunta de carácter defensivo» en aguas del océano Atlántico como respuesta a la llegada del patrullero de la Real Marina británica HMS Trent que, según trascendió el 24 de diciembre, participará en maniobras conjuntas con Guyana.
A juicio del experto, la presencia de la nave constituye un mensaje claro «de la intervención en un proceso que solo atañe a Venezuela y Guyana y que debe ser resuelto a través de la mutua aceptación».
«Aunque se diga que esta acción estuvo planificada desde hace tiempo y que sus funciones son meramente patrullaje, su presencia actualmente tiene un sentido imprudente y lógicamente implica una escalada en el conflicto entre Guyana y Venezuela», sostuvo.
Pulgar puntualizó que para Venezuela significa una escalada del conflicto, puesto que, ambas naciones firmaron en San Vicente y las Granadinas un acuerdo en el cual establecen que las partes «directa o indirectamente no se amenazarán, ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia».
«Para Venezuela, la presencia de este buque implica una visión de escalada, pero también hay una serie de declaraciones por parte de los británicos que indican que la presencia del buque tiene que ver con un respaldo a Guyana y al supuesto peligro que representa Venezuela para Guyana», enfatizó.
Diálogo saboteado
El anuncio del envío del barco de guerra británico a Georgetown se da dos semanas después de la reunión que sostuvieron los presidentes Maduro e Irfaan Ali, en la que también convinieron que cualquier controversia entre los dos estados se resolverá de conformidad con el derecho internacional.
Pulgar, quien también cuenta con una maestría en Filosofía de la Guerra, agregó que Caracas está en presencia de un intento de sabotear el proceso de conversaciones que se inició el 14 de diciembre.
«Hay un intento de estas potencias externas de patear la mesa para que no produzca ningún diálogo entre Guyana y Venezuela, y utilizar a Guyana como un mecanismo instrumental contra Venezuela en esta especie de afán permanente de EEUU y de los británicos en cambiar al Gobierno» en Caracas, sostuvo.
El especialista consideró que la administración de Maduro no se puede quedar de manos cruzadas frente a lo que consideró una provocación de Reino Unido, por lo cual celebró la medida adoptada por Maduro.
No obstante, Pulgar reiteró que Venezuela es un país pacífico y recordó que el presidente ha mantenido una postura de diálogo en medio del aumento de las tensiones con Guyana.
Las tensiones entre Caracas y Georgetown fueron en aumento después que Guyana recibiera ofertas de varias multinacionales petroleras, entre ellas la estadounidense ExxonMobil, la francesa TotalEnergies y la china Cnooc, ofertas por ocho de los 14 bloques petrolíferos que salieron a licitación en diciembre de 2022.
Venezuela consideró esto como una confabulación para despojarla de sus derechos sobre el territorio.
Desde hace más de 100 años Venezuela y Guyana mantienen un diferendo sobre la soberanía de la región del Esequibo, que abarca unos 160.000 kilómetros cuadrados al oeste del río del mismo nombre y posee grandes reservas de petróleo.
En 1966, ambas naciones firmaron un acuerdo para buscar una solución pacífica a esta disputa, pero Guyana introdujo en 2018 una demanda ante la Corte Internacional de Justicia en la que pide al tribunal validar legalmente el laudo arbitral de 1899 que le da control absoluto sobre el territorio. (Sputnik)
