sábado 27, abril 2024
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Chandrayaan-3: el gran salto de la India en la conquista de la Luna

Moscú, 2 ene (Sputnik).- El éxito de la misión Chandrayaan-3, que logró posar un módulo cerca del polo sur de la Luna el 23 de agosto de este año, supuso un gran salto tecnológico para el país asiático, que se convirtió en la cuarta nación en conseguir esa hazaña, después de la antigua Unión Soviética, Estados Unidos y China.

El alunizaje representó un hito para el programa lunar de la India después del lanzamiento del orbitador Chandrayaan-1, en 2008, y el fracaso de la misión Chandrayaan-2, en 2019.

La hazaña fue festejada por la población y el liderazgo de la India. «El éxito es de toda la humanidad y ayudará a las misiones lunares de otros países. Estoy seguro de que todas las naciones, incluidas las del Sur Global, pueden lograrlo», dijo el primer ministro Narendra Modi.

Mandatarios de otros países, como el presidente de Rusia, Vladímir Putin, celebraron el acontecimiento. «Es un gran paso en la exploración espacial y un testimonio de los impresionantes progresos que la India ha logrado en ciencia y tecnología», dijo Putin en un comunicado.

Rakesh Sharma, el primer y único indio en viajar al espacio de la mano de la Unión Soviética en 1984, en sus primeras declaraciones a los medios tras el alunizaje, señaló que estaba seguro de que su país lo iba a lograr. «Creo que nací un poco temprano porque ya tengo 75 años y la era notable de los programas de exploración espacial comienza ahora, pero igual como indio saludo a ISRO por el gran éxito», enfatizó.

El 4 de diciembre, la agencia espacial india (ISRO) comunicó que Chandrayaan-3 abandonó la órbita lunar y volvió a orbitar alrededor de la Tierra. La maniobra, según explicaron, permitió probar algoritmos para el retorno de futuras misiones.

La misión a la Luna

La India comenzó a gestar su misión a la Luna en 2003. Cinco años después envió su primera nave Chandrayaan-1, para orbitar al satélite natural de la Tierra por un periodo de dos años, pero el aparato se perdió antes de cumplir un año por problemas con el revestimiento térmico.

Pese a todo, la ISRO consideró que la primera misión fue un éxito y es que el orbitador transmitió a la Tierra más de 40.000 imágenes del regolito, el suelo lunar, y datos sobre agua en forma de hielo, magnesio, aluminio y otros metales.

Once años después de ese primer lanzamiento, el 22 de julio de 2019, una nueva nave despegaba hacia la Luna con una misión más ambiciosa. El orbitador Chandrayaan-2 llevaba el módulo de descenso Vikram y el rover Pragyan.

El 6 de septiembre de ese mismo año todo estaba listo para el descenso de Vikram, pero cuando se encontraba a 2,1 kilómetros de la superficie lunar los expertos de la ISRO perdieron contacto con el aparato. El módulo terminó estrellándose contra la Luna y con él la ilusión de hacer historia, aunque Chandrayaan-2 sigue dando vueltas alrededor del satélite natural de la Tierra.

En diciembre de 2019, el responsable del sector aeroespacial Jitendra Singh, anunciaba al mundo la intención de lanzar una tercera misión a la Luna con un módulo de descenso y un rover. El despegue estaba planeado inicialmente para 2020 pero sufrió retrasos, la pandemia de coronavirus también hizo lo suyo y prolongó la espera.

No fue hasta el 14 de julio de este año que se produjo el lanzamiento de la misión Chandrayaan-3, impulsado con un cohete LVM3 de tres etapas, la tercera criogénica, la más compleja y eficiente del vehículo espacial que emplea hidrógeno líquido. Gracias al motor criogénico se pudo recorrer los más de 360.000 kilómetros de distancia entre la Tierra y la Luna.

El programa espacial de la India con acento ruso

El LVM3 se desarrolló a partir del cohete espacial GSLV en el que participaron la compañía Jrúnichev, el mayor fabricante de vehículos de lanzamiento de Rusia, así como la empresa Kbhimmash, especializada en motores criogénicos.

Kbhimmash entregó a la India 12 motores criogénicos para sus cohetes GSLV.

Natan Eismont, investigador del Instituto de Estudios Espaciales de Rusia, en declaraciones a la prensa, dijo que los motores criogénicos fueron desarrollados por la Unión Soviética y estas tecnologías se transfirieron a la India hace muchos años.

El científico recordó que durante la época soviética se selló un acuerdo con Estados Unidos para la transferencia de tecnologías espaciales. Al enterarse de que la URSS también había compartido esos avances con la India, los estadounidenses se indignaron.

Eismont celebró la hazaña de la India, catalogándolo como «un avance colosal en todos los sentidos» y como sentenció el primer ministro indio: «Todos podemos aspirar a llegar a la Luna y más allá». (Sputnik)

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