Quiero manifestar que estoy votando los dos proyectos relacionados con la Torre de la Esperanza del Hospital Nacional de Niños, porque es una de las obras de infraestructura hospitalaria más necesarias para Costa Rica.
Apoyaré estos dos proyectos, tanto para el expediente 23.656, presentado por la compañera diputada Paulina Ramírez, iniciativa que pretende mantener los recursos del 0,78 % de FODESAF destinados a financiar la construcción y equipamiento de la Torre de la Esperanza hasta su conclusión. Estos dineros estarían siendo reducidos paulatinamente hasta quedar completamente eliminados en el 2027, de no aprobarse esta propuesta que estamos tramitando hoy.
Y el 24.012 presentado por Poder Ejecutivo que permitirá destinar ¢ 29.000 millones para financiar la primera etapa de este extraordinario proyecto y le traslada la administración tanto de los recursos provenientes de FODESAF como el desarrollo de las obras a la Caja Costarricense de Seguro Social.
Estas son de esas iniciativas que nos deben llenar de orgullo y alegría pues estamos contribuyendo a que ese hospital se modernice y mejorare la atención en cuidados críticos.
Cuando el sueño de un visionario, el doctor Carlos Sáenz Herrera, se sumó con el apoyo de su colega, el doctor Roberto Ortiz, la historia quedaría marcada en aquel 2 de mayo de 1957, día en el cual se abrieron las puertas de un centro médico especializado que nunca ha perdido su razón de ser: dar amor, cuido y esperanza a la población infantil de Costa Rica.
Pero desde hace dos décadas se viene hablando de los enormes retos y las necesidades de mejora.
Fue entonces cuando se iniciaron conversaciones de una torre de especialidades en cuidados críticos que ofrecerá servicios de cuidados intensivos neonatales y polivalentes pediátricos, así como cuidado integral del niño con quemaduras y abordaje y estabilización del paciente de emergencia.
Con el acto que estamos realizando esta tarde de votar ambos proyectos estamos contribuyendo a que ese anhelo, ese sueño, esté cada vez más cerca.
Mi reconocimiento a uno de los mejores hospitales pediátricos de Latinoamérica a su personal y a los que han contribuido con estas iniciativas.
Sin duda alguna, recibirá un impulso significativo con la Torre de la Esperanza para seguir sembrando alivio y luchando por la niñez de este país.
(*) María Marta Padilla Bonilla es legisladora independiente
La iniciativa es excelente. Tengo dudas si un gobierno tan deficiente como el actual, paricularmente la Presidencia Ejecutiva, pueda hacerlo.
La anterior opininion es mia. No se por que o como aparece con otro nombre.
Dr. Rodrigo Cabezas Moya