Ciudad de Panamá, 30 ene (Prensa Latina) Cuando falta apenas poco más de tres meses para elecciones generales en Panamá, el candidato presidencial y exmandatario Ricardo Martinelli ( 2009-2014) sigue hoy en la mira de la justicia.
Condenado a más de 10 años de prisión en junio del pasado año por el delito de blanqueo de capitales en calidad de autor por el caso conocido como New Business, el ahora aspirante a la silla presidencial por el partido Realizando Metas (RM) sigue encontrando negaciones de recursos por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), catalogadas por sus seguidores como acoso político.
Este martes, la CSJ informó que no admitió la advertencia de inconstitucionalidad interpuesta por el abogado Carlos Carrillo en nombre del exgobernante.
También la Corte rechazó la acción de amparo de garantías constitucionales presentada por la abogada defensora Jessica Canto, otra representante del multimillonario.
Martinelli está a la espera que se resuelva un recurso de casación presentado dentro del proceso penal, que de pronunciarse así la CSJ, quedaría invalidado de la carrera electoral, una decisión que no llega.
New Business era una sociedad canasta empleada para colectar fondos procedentes de contratos estatales manejados de manera irregular para la compra de un grupo editorial (Panamá América).
Medios como el diario La Prensa señalaron que el fallo depende ahora de la firma del magistrado Cecilio Cedalise, única rúbrica que falta de los nueve integrantes del Supremo.
En octubre pasado, Cedalise admitió un amparo de garantías constitucionales presentado por Vernon Salazar, ante la demanda de la fiscalía de impedir la absolución del acusado entre otros nueve imputados, lo que ahora causa suspicacias.
Dos hijos del expresidente (Luis Enrique y Ricardo Alberto) pagaron cárcel por el caso Odebrecht en Estados Unidos, donde se declararon culpables de blanquear 28 millones de dólares y de haber llevado a cabo sobornos en favor de la constructora brasileña “por órdenes del padre”, como alegó la defensa.
Para ponerle más brasas a la hoguera, el rotativo reveló este martes que hace una semana llegó al istmo el estadounidense Damián Merlo, considerado el lobista de los Martinelli.
Merlo tuvo una relación especial con los hermanos Martinelli Linares, a quienes ayudó a fugarse de Estados Unidos en junio de 2020, a escondidas del Buró Federal de Investigaciones ( FBI).
En esta ocasión arribó al país en un vuelo comercial procedente de Miami y posteriormente se le vio visitando el PH Oceanía, donde Martinelli tiene sus oficinas.
De acuerdo con La Prensa, el objeto de la presencia de Merlo en Panamá es desconocido, aunque su visita al edificio donde se encuentran el despacho del expresidente panameño es significativa, en especial por el pasado de Merlo con sus hijos y el rol que desempeñó en la salida ilegal del norteño país.
