Lima, 30 ene (Prensa Latina) El expresidente peruano Alberto Fujimori reconoció hoy en un juicio contra él que bajo su gobierno hubo asesinatos en las operaciones de contrainsurgencia, pero alegó que esa no era su política en la materia.
En un juicio en el que se le acusa de la masacre de seis campesinos inocentes a manos del ilegal Grupo Colina, destacamento del Ejército, Fujimori dijo que casos de ese tipo ocurrieron bajo su administración (1990-2000), ajenos a su política contrainsurgente.
El exgobernante sostuvo que su metodología contra los grupos armados consistió en observar, investigar, capturar y mostrar a los presos, lo que dio un resultado de dos mil 479 encarcelados, por lo que resulta incoherente que él tuviera que ver con ejecuciones extrajudiciales.
Sin embargo, pese a las denuncias sobre las acciones del Grupo Colina, según se acreditó judicialmente, Fujimori felicitó y amnistió a los integrantes del citado escuadrón de la muerte, dedicado a asesinar a sospechosos de terrorismo.
El exgobernante fue condenado a 25 años de cárcel como autor mediato de dos matanzas de civiles inermes que califican como crímenes de lesa humanidad.
De la condena, solo cumplió 16 años de cárcel, pues fue liberado en diciembre último en virtud de un polémico indulto impugnado por familiares de las víctimas y organizaciones de derechos humanos.
Actualmente está en el banquillo de los acusados por la masacre de Pativilca, localidad del norte de la región de Lima, en un proceso en el cual fuera su brazo derecho militar y de inteligencia Vladimiro Montesinos.
También se declaró culpable de la autoría mediata de aquellas muertes, así como de la matanza de La Cantuta, de nueve alumnos y un catedrático de la Universidad de Educación Guzmán y Valle, que fueron torturados, asesinados y enterrados clandestinamente por el Grupo Colina.
En 2009 Fujimori fue condenado como autor mediato de las masacres de La Cantuta y Barrios Altos.
Montesinos hizo la confesión para abreviar el proceso, lo que le da derecho a una rebaja de la nueva condena, por lo que su defensa planteó al tribunal que la condena de 25 años se fusione con la que actualmente cumple por crímenes de lesa humanidad, con lo cual saldría en libertad en algo más de dos años.
