París, 30 ene (Prensa Latina) El primer ministro de Francia, Gabriel Attal, anunció hoy un segundo paquete de medidas ante el movimiento de protestas de los agricultores, con ayudas y el compromiso de responder a las inquietudes por la competencia desleal.
En la Asamblea Nacional, el mandatario aprovechó su discurso de política general para tratar de calmar la cólera de los trabajadores del campo, movilizados con sus tractores desde hace una docena de días, con el bloqueo de autopistas como principal arma de lucha, la cual llegó ayer a varios accesos de París.
Attal aseveró que antes del 15 de marzo recibirán la ayuda de la política europea de apoyo a la agricultura aquellos que siguen sin obtenerla e informó un respaldo fiscal para los ganaderos y la liberación de fondos de urgencia para los viticultores.
Asimismo, señaló el despliegue a partir de la próxima semana de un centenar de inspectores adicionales para hacer cumplir la ley de equilibrio en las relaciones comerciales que protege a los campesinos de eventuales pérdidas económicas en las operaciones.
Respecto al ámbito internacional, el primer ministro prometió llevar las demandas del campo francés a la Unión Europea, en particular en temas como el rechazo de París al acuerdo con el Mercosur y las importaciones procedentes de Ucrania, sobre todo de aves.
En su visita a Suecia este martes, el presidente Emmanuel Macron fijó la misma postura en cuanto al escenario europeo, abogando por regular las importaciones ucranianas y por nexos comerciales con naciones que hagan “el mismo esfuerzo que nosotros”.
El primer paquete de medidas anunciado por Attal el pasado viernes fue considerado insuficiente por los principales gremios del sector, la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores de Francia (Fnsea) y los Jóvenes Agricultores (JA), que descartaron detener la movilización.
Para los agricultores, los 50 millones de euros de asistencia a la filial biológica, la suspensión del alza del precio del combustible para tractores y la simplificación de trámites no responden a todas sus denuncias, entre ellas los bajos salarios, el impacto de la inflación, la competencia desleal y normas europeas ambientales que tildan de muy estrictas.
De momento no está claro si los sindicatos se darán por satisfechos con las nuevas acciones y si bastarán para levantar los bloqueos de autopistas y el movimiento de reivindicaciones.