jueves 2, mayo 2024
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La estupidez presente

Se le atribuye a Einstein el haber expresado que lo único infinito que existía era la estupidez humana, y no le faltaba ni una pizca de razón. Pues entre la ignorancia inducida por los sistemas educativos diseñados para crear la mediocridad en masa, y los sistemas de comunicación diseñados a su vez para desinformar a través de la mentira y la deformación de la realidad, se ha creado una pseudo civilización que de civilizada tiene muy poco.  Más bien parece una rebaño de animales de corral (pidiendo perdón a los animales) conducidos en su estulticia hacia un destino cada vez más aberrante.

En 1866, el filósofo Johann Erdmann definió la «forma nuclear de la estupidez». La estupidez se refiere a la estrechez de miras. De ahí la palabra mentecato, privado de mente. Estúpido es el que sólo tiene en cuenta un punto de vista: el suyo. Cuanto más se multipliquen los puntos de vista, menor será la estupidez y mayor la inteligencia.

Es por ello que los griegos inventaron la palabra idiota: el que considera todo desde su óptica personal. Juzga cualquier cosa como si su minúscula visión del mundo fuera universal, la única defendible, válida e indiscutible.

Parece casi imposible de creer que los seres humanos sistemáticamente pierdan la memoria de las atrocidades cometidas, no ya a través de la historia conocida (que ha su vez ha sido manipulada), sino de hechos relativamente recientes, y voy a poner algunos ejemplos para demostrar lo dicho.

El primero de ellos le llamaré el Caso Assange, y se refiere a la persecución atroz que ha realizado el imperio norteamericano hacia un periodista que tuvo la valentía de publicar miles de documentos oficiales clasificados que demostraban los crímenes de guerra cometidos por su ejército en Irak, por ejemplo, y otras barbaridades, los cuales documentos habían llegado a sus manos, no que habían sido sustraídos por él sino por otros, demostrando así lo que todos medio que sabíamos: que los Estados Unidos de Norteamérica es, y siempre ha sido, una versión institucionalizada del asesinato, la injustia, y el neocolonialismo más extremo, ya que desea dominar la totalidad del orbe y someterlo a sus intereses, y que irrespeta sistemáticamente los organismos internacionales creados para fortalecer la justicia y la equidad en el mundo.

El segundo de ellos lo llamaré la Hipocresía Norteamericana, y se refiere a algo tan simple como demostrar que, cuando rusia interviene militarmente territorios en Ucrania después de esperar pacientemente que los que llamaríamos occidente cumpliera su promesa de no avanzar a la OTAN hacia las fronteras de Rusia, lo cual había incumplido siete veces, armó un escándalo mediático de enormes proporciones (al fin y al cabo controla los principales instrumentos de comunicación a nivel mundial), y, sin embargo, cuando Israel comete sistemáticamente el más horrendo genocidio de los últimos tiempos, calla vilmente, y no solamente ello, apoya al genocida y obstaculiza cualquier resolución en la ONU en contra de lo que está sucediendo en Gaza, que no es más que la acción demencial que nace de la mente de los fundamentalistas, cuando se sienten respaldados por el matón de turno.

El tercero se refiere a las Dos Guerras Estúpidas. Una contra Rusia, a la que considera demasiado grande, demasiado fuerte y demasiado rica, contra la cual arremete verbalmente y haciendo el ridículo de imponer sanciones que lo único que han logrado es fortalecer más a su adversario, pero cuidándose de no llevar el diferendo hacia el campo de la conflagración militar, que en este caso sería nuclear, porque sabe que ciertamente no lleva ventaja, además que una barbaridad como ésa destruiría a todo el planeta.  La otra es contra China, por el resentimiento enfermizo que nace que ver claramente que esta potencia se ha de convertir probablemente en la más grande del planeta, dejando a los EEUU en un segundo lugar o más abajo, pues su decadencia es cada vez más evidente.  Y contra China no tiene ninguna opción de triunfo, pues está claramente demostrado que supera rápidamente cualquier dificultad tecnológica o económica que le quiera imponer, sin lograr el imperio nada más que hacer el ridículo.

Y así podríamos seguir mencionando muchas cosas más. Pero con tres es más que suficiente.

Dice Eduardo Gudynas: Hay circunstancias en las que parecería que la esperanza se detiene y quedamos atrapados en un inmovilismo donde “todo lo que vive está bajo condena”. Esa fue la dura advertencia que hace más de medio siglo atrás escribieron Max Horkheimer y Theodor Adorno en las últimas líneas de su “Dialéctica del Iluminismo”. En el contexto de la segunda guerra mundial y la revelación del holocausto, los dos filósofos alertaron que esa humanidad que abrazó a ciencia y la razón, al contrario de sus aspiraciones, caminaba hacia la barbarie y la destrucción.

Los aspectos centrales de esa interrogante persisten en la actualidad y merecen ser analizados. Somos testigos de una crisis social y ambiental a toda escala, desde la planetaria pasando a la continental llegando a cada país. La pobreza está de regreso en cada rincón, y se la ve claramente en las grandes ciudades.

Estamos atravesados por una fractura cultural que hace que aquellos que viven de un lado muchas veces ni puedan comprender el castellano de los que están del otro lado.

Estamos inmersos en un mar de impactos, unos pequeños otros sustantivos, pero casi todos persistentes y repetidos. La situación es tan dramática que parecería que los que hoy son los más jóvenes podrían perder años de esperanza de vida debido a la contaminación.

La estupidez es una característica humana por excelencia, es una cualidad en la que todos puntuamos en algún grado, por lo que comprender su naturaleza es comprendernos a nosotros mismos.

Si bien habría que diferenciar la estupidez como subproducto de la actividad humana, de la estupidez como rasgo de personalidad o de la estupidez como valor social. Cuando el individuo es dominado por la estupidez surge el bobo, el necio, el atolondrado, el engreído, el inmaduro, el burócrata, el divo, el dictador……, pero si la estupidez llega a dominar al grupo tenemos un grave problema que puede acabar en una epidemia: La cultura de la estupidez.

La estupidez es contagiosa puede infectar a varias personas a la vez en poco tiempo, especialmente niños y adolescentes, ya que se transmite fácilmente por vía televisiva, pero sólo se cura con tratamientos individuales de choque y siempre que se coja en sus primeros estadios.

El estúpido no nace sino que se hace y además con mucho esfuerzo y dedicación y en colaboración con sus allegados. Las consecuencias de la estupidez son devastadoras para el sujeto que la padece, pero también para su familia, sus amigos si los tiene, sus subordinados, la sociedad y para el mundo en general porque la historia nos revela que su condición le predispone para acceder a la presidencia de países poderosos.

Todo lo anterior no tiene otra razón de ser mayor que la de ponernos a pensar. Lo que está sucediendo no es más que la repetición de los errores que los imperios, todos los que han existido, y sus súbditos instrumentalizados (como es el caso de la Unión Europea), y de estas crisis nacen nuevas oportunidades, aunque el precio sea siempre muy alto.

(*) Alfonso J. Palacios Echeverría

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3 COMENTARIOS

  1. Resultan interesantes y hasta didácticas las apreciaciones de Palacios a nuestras sociedades en general, por cuanto esas estupideces se han generado y centrado en un poderosísimo polo de poder, el cual, lo digo abiertamente, en un mundo anglosajón desde hace unos siglos, donde el sionismo se ha perpetuado en los gobiernos de turno. De ahí salen las grandes decisiones para las guerras, conflictos-económico-sociales-políticos-empresariales-explotación-alimentaria-armamentista-farmacoea-etc. Se habla del enfrentamiento Occidental con los rojos, cuando perdemos la perspectiva, donde se achaca las consecuencias a sus respectivos pueblos, cuando la realidad quienes mandan, manejan y deciden son sus jerarcas escogidos por esos hebreos, quienes con el ya copado y encadenado poder mediático mundial, prefieren a los más avilés idiotas para conducir nuestras gentes. A veces no entendemos como los gringos junto a los europillos, se han dejado conducir al matadero mundial, digamos atómico, cuando quienes la montan son esos facilitadores personajes nombrados para recibir gratificaciones y trato especial en busca de hasta despedazar su misma madre. Por otro lado, la insultante angurria de poder y envidia a los rojos de ese selecto grupo israelí, los ha llevado a los rojos, crear una arma de doble filo, como lo es, la inteligencia artificial, donde sus avances no se predican, si no se perfeccionan y ocultan. Tal vez, esa IA podrá sustituir esa galopante estupidez que muchos nos quiere llevar hacia los infiernos. Aténgase al santo y no le rece. Así veteo mis ocurrencias.

  2. Excelente artículo.

    Tristemente, ponerle fin, o al menos algunas barreras a la estupidez institucionalizada, es como camo.ar en arena movediza cuyos granos son los estúpidos: te tragarán sin remedio.
    Llegamos a una sociedad tan estúpida que inclusive estamos criando descendientes estúpidos que prefieren tener perrhijos antes de engendrar una nueva generación de seres humanos que, como siempre lo ha sido, SON LA ESPERANZA DE UN FUTURO MEJOR.

    Como dijo alguien, la Cuarta Guerra Mundial será librada a pedradas y garrotazos, si seguimos así y si no es que nuestros engendros cibernéticos no deciden eliminar de un facil plumazo a la especie más destructiva que haya germinado en La Tierra.

  3. La estupidez mas grande la encuentro en los políticos , gracias a la estupidez de esos políticos , tenemos guerras , falsas plandemias , genocidio por vacunas toxicas, tenemos el narcotráfico ,inmigraciones que generan mas pobreza y el crimen , aprueban leyes como el aborto ,leyes para obligar a inocular tóxicos , la estupidez política promueve la ideología de género ,el feminismo nazi , yo considero que son bien estúpidos porque son marionetas y esclavos de la élite satánica que gobierna el mundo , o sea tontos útiles que por unas cuantas monedas , carros , fiestas ,prostitutas gratis y hasta por pedofilia , le venden alma al diablo , lo que menos piensan la estupidez ,es que ese diablo globalista serán sus verdugos cuando los dejen de utilizar,…Sigo creyendo que la estupidez son los políticos ,porque se necesita ser muy estúpido para creer que pueden llegar a sobrevivir sin que sean castigados ya sea por la justicia del hombre , por la ira de los pueblos o por el verdadero CREADOR de todo lo existente…no quisiera estar en el pellejo de esos estúpidos políticos del mundo., disculpen mi sinceridad, pero la verdad no peca

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