Washington, 23 feb (Prensa Latina) La comunidad mundial celebra hoy el Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio, una fecha creada para divulgar las consecuencias negativas del comercio de esta sustancia.
Este elemento químico es usado para fabricar productos útiles para la humanidad como bombillas, termómetros, termostatos, interruptores eléctricos, relés, equipos de medición y control, amalgamas de empastes dentales y otras aplicaciones, pero ocasiona graves problemas al medio ambiente, pues causa envenenamiento del aire y el agua.
Además, se emplea ampliamente para extraer oro en la minería artesanal y en pequeña escala y también en laboratorios, cosméticos, productos farmacéuticos, pinturas y joyería.
Por otro lado, la quema constante de madera, carbón, combustible y petróleo causa que partículas de mercurio permanezcan en el aire y luego se expandan por la atmósfera terrestre, precipitándose luego en forma de gotas de lluvia o polvo.
Una vez depositado, este elemento ocasiona problemas de salud como enfermedades de los sistemas nervioso, reproductivo, digestivo, además de dañar los ecosistemas, la fauna y la flora del planeta.
La población más afectada es la que vive de la minería, pues la explotación de los yacimientos en busca de oro y otros metales preciosos provoca que familias enteras sucumban ante los efectos tóxicos del mercurio.
Una de las graves consecuencias de este metal es la llamada enfermedad de Minamata, un daño neurológico permanente que causa alteraciones de los sentidos de la vista y el oído, parálisis e incluso la muerte.
En 1956, varias personas murieron por envenenamiento por esta sustancia en la ciudad japonesa de Minamata y por ello el síndrome lleva su nombre.
Entre tanto, el Convenio de Minamata es un tratado de las Naciones Unidas para proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropogénicas de mercurio y sus compuestos.
Dicho elemento es liberado al medio ambiente por fuentes naturales como incendios forestales, erupciones volcánicas o actividades geotérmicas y también por actividades humanas y se estima que entre cinco mil 500 y ocho mil 900 toneladas se emiten cada año a la atmósfera.
La referida sustancia se libera involuntariamente durante procesos industriales como generación de energía y calor a base de carbón, producción de cemento, minería y actividades metalúrgicas como producción de metales no ferrosos, y por la incineración de desechos. Mediante la minería de oro artesanal y en pequeña escala se liberan hasta mil toneladas de mercurio anualmente a la atmósfera.
