Buenos Aires, 8 mar (Sputnik).- Este viernes, miles de mujeres salen a las calles de la capital argentina unidas en una sola convocatoria para advertirle al Gobierno de Javier Milei que no retrocederán en sus derechos.
«Este 8M cobra especial importancia frente a un Gobierno que ha decidido retroceder en un sinnúmero de derechos que la sociedad argentina conquistó y que tienen que ver con la construcción de una sociedad más igualitaria», planteó a la Agencia Sputnik la diputada provincial Lucila de Ponti, del Partido Justicialista (peronista).
En Argentina, que reconoce el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en virtud de una ley sancionada por el Congreso, su presidente señalaba a tres días del 8M que esta práctica «es un asesinato agravado por el vínculo», y que quieres aprobaron la normativa eran «asesinos de los pañuelos verdes», en alusión al símbolo que reivindica el aborto legal, seguro y gratuito.
«Las mujeres sabemos perfectamente que en tiempos de crisis nuestros derechos suelen ser vulnerados en primera instancia, en especial en este caso con un presidente que niega la desigualdad y la violencia de género en todos los ámbitos», reflexionó De Ponti.
Mientras Francia celebra la inclusión del acceso libre al aborto como un derecho recogido en su Constitución, la coalición gobernante en Argentina, La Libertad Avanza (ultraderecha), presentó en febrero un proyecto de ley para derogar la legislación que garantiza este derecho vigente desde diciembre de 2020.
No han pasado ni tres meses desde que llegó a la presidencia, pero Milei también eliminó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, responsable de aplicar las leyes de protección todavía vigentes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
La actual gestión ha paralizado la Ley Brisa, que otorga una reparación para los hijos víctimas de feminicidios, según ha denunciado la organización feminista Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá), que contabiliza cada mes el número de feminicidios en el país.
También corre riesgo la Ley Micaela, que capacita en género a todas las personas que trabajan en los tres poderes del Estado, y la Ley de Identidad de Género, que despatologiza a las personas trans y les reconoce el derecho a inscribirse con el nombre, imagen y sexo que elijan.
«Si bien el plan motosierra y de ajuste del Gobierno ultraderechista de Milei es brutal contra la clase trabajadora y contra los sectores populares, afecta más a las mujeres», afirmó a esta agencia la legisladora electa Mercedes Trimarchi, referente de la agrupación Isadora y de Izquierda Socialista, uno de los cuatro partidos que integra el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT-U).
Unidas como nunca
Como parte de la organización de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que abarca éstas y otras agrupaciones sindicales, docentes, políticas y sociales, las asambleas feministas comenzaron a reunirse en febrero una vez por semana, y este mes fue el turno de las comisiones de trabajo, para preparar el comunicado conjunto que leerán frente al parlamento este 8M.
Trimarchi destacó la posibilidad de que todas las asambleas hayan «podido confluir con un pliego de reivindicaciones que tiene que ver con denunciar este ajuste brutal de Milei», ante un Gobierno que desmanteló el Instituto Nacional contra la Discriminación, la xenofobia y el racismo (Inadi), que empobreció las políticas de salud y que detuvo la entrega de alimentos a comedores y merenderos.
La lista sigue. La actual gestión, señalan, también precarizó el funcionamiento de la línea telefónica 144, de asesoramiento para la prevención y asistencia de la violencia de género, y ante la licuación de los ingresos, pretende además eliminar las moratorias a las que accedieron cuatro millones de jubilados –y especialmente jubiladas– cuyos empleadores no hicieron los aportes correspondientes durante su vida laboral.
«El plan motosierra es tan brutal que tenemos que seguir dando pelea en todos los ámbitos, y esto no es solo exclusivo del movimiento feminista», aseguró la activista, quien contribuyó en la redacción del comunicado que dará a conocer al cierre de la movilización.
Miles de mujeres también se suman al paro internacional de mujeres convocado en todo el mundo este 8 de marzo, por más que el Gobierno de Milei advirtió que se descontará la jornada a las empleadas estatales que participen en la huelga.
«Estamos preparadas para dar todos los debates necesarios y defender en la calle y en las instituciones nuestras conquistas, que son de todos los argentinos y garantizan mejor calidad de vida», añadió De Ponti.
«Con la fuerza de la marea verde en defensa del aborto legal», «Con la fuerza de las calles contra el ajuste de Milei», «¡A la motosierra, resistencia!» son algunos de los lemas que convocan a manifestarse este viernes en el Congreso, en una movilización histórica que replican el resto de las ciudades del país.
A ocho años y medio de las marchas que vieron surgir el movimiento feminista Ni Una Menos, que sirvió de puntapié inicial para irrumpir en la agenda pública y plantear diversas demandas que desde entonces acompañaron en numerosas movilizaciones centenares de miles de mujeres, los colectivos feministas están más en guardia que nunca.
El final del documento de este 8M así lo advierte: «Milei, no te tenemos miedo. Fuimos marea. ¡Vamos a ser un tsunami». (Sputnik)
