Siempre he sentido mucha curiosidad acerca de la guerra civil española, quizá porque una vez me dijo mi padre que, nuestra guerra civil del año cuarenta y ocho, había quizá concluido con el pacto de Ochomogo, donde el líder del ejército de Liberación Nacional (José Figueres Ferrer) y el máximo dirigente comunista (don Manuel Mora Valverde), habían acordado y negociado la paz, ambos se habían enterado de las barbaridades de la Guerra Civil española y quizá quisieron evitar más sufrimiento a los costarricenses.
Leí muchas versiones, algunas novelas (las de José Maria Gironnela), muchos libros, algunos inmensos y otros más breves. El problema que había encontrado era la parcialidad, hacia o contra Franco, contra o a favor de Largo Caballero, etcétera
Los narradores no podían ser imparciales, la ira, el rencor, el odio, eran el denominador común entre aquellos que escribían sobre la Guerra Civil española. Posiblemente la visión de un dictador como Franco hizo que me inclinara en contra de los monárquicos, sin entender los tejemanejes detrás de ambos bandos.
Primero no fueron dos bandos, no, fueron muchas facciones de cada lado, desde la clase aristocrática hasta los movimientos obreros, desde las personas sin ningún tipo de escrúpulos, hasta los bienintencionados, eran uniones y divisiones de un lado y del otro. Los unos buscando hacerse de bienes ajenos, los otros defendiendo sus bienes de los advenedizos, los rojos impulsados por el estalinismo, los otros apadrinados por un Hitler que empezaba a levantar a medio Europa.
Largo Caballero armó miles de sindicalistas, sin ningún tipo de instrucción militar, lo que contribuyó a crear bandas de facinerosos, a resultas el mando de la República estaba en manos de huestes dispuestas al saqueo. Los grupos de monárquicos y oligarcas, estaban dirigidos por Franco y otros generales. Fueron odiados hasta la fecha, no obstante sin ellos hubiéramos tenido una España comunista.
Hace muy poco me trajeron de Barcelona un librito interesante, escrito por Juan Eslava Galan, muy interesante porque los planteamientos no dejan títere con cabeza, es una historia que incomoda a todos los españoles, vivos y muertos, una historia que explica porqué hasta el sol de hoy, ha sido imposible abandonar el odio entre los muchos grupos que actuaron en la Guerra Civil.
Cuando uno comprende la actitud de Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Gregorio Marañón, Antonio Machado y muchos, se da cuenta que cuando se llega a la guerra en un país, los conflictos hieren a todos. El odio deja en el caso de España, un millón de muertos, es algo que explica porqué aún no sanan las heridas.
De este librito he podido sacar conclusiones que no se aparten de aquella realidad que vivía en ese momento, aquella España, era la otra España.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico.
Por mucho,y evidentemente subjetivo, España es el mejor pais europeo de vivir.Sin lugar a duda ,por su gente ,su clima ,su comida, sus vinos, su Mediterraneo y su bahia de Viscaya.
Y ojalá no hayas visto por YouTube una tal marquesa que fue a hacer arengas y ridículo en México, dándoles el apoyo a la mafia política derechista donde nos refleja la decadencia, soberbia y prepotencia que todavía subsiste en España con respecto a Latinoamérica. Y es diputada, donde han acogido como gran cosa las famosas y aberrantes, denigrantes modas progres. Por lo demás, indican mis familiares, no tenemos nada que envidiarles, por nuestra naturaleza. Máxime que se han dejado llevar como ganado al matadero, por Borrell, Úrsula, Scholz y compañía, jerarcas puesto a dedo dizque democráticamente en la cúpula de la UE. Me salgo del contexto, adrede