Brasilia, 24 mar (Prensa Latina) La fila de espera para donaciones de órganos en Brasil reúne hasta hoy un total de 42 mil 447 personas, según datos recientes divulgados por el Ministerio de Salud a través del Sistema Nacional de Trasplantes.
De esa cantidad general, el 92 por ciento espera un riñón, de ese porcentaje los hombres representan el 59 por ciento de los pacientes y las mujeres conforman un 41 restante.
El portal R7 asegura que la orden en la cola se determina principalmente por la fecha de inclusión, pero también se tienen en cuenta criterios como la gravedad de la condición clínica y el tipo de sangre del donante.
Todas las personas que necesitan un trasplante son insertadas en esa misma lista, gestionada por el Sistema Único de Salud y es considerado crimen la venta o compra de órganos humanos.
El médico José Eduardo Afonso Jr., neumólogo con doctorado por la Universidad de Sao Paulo, apunta que existen diferentes hileras de espera teniendo en cuenta los tipos sanguíneos A, O, B y AB. Cada órgano posee criterios específicos para priorización y distribución.
Por ejemplo, para los trasplantes de riñón, la compatibilidad inmunológica es un factor crucial en la selección del receptor.
Explica que para los trasplantes de hígado, además del orden cronológico, existe una escala de gravedad conocida como MELD, en el que los pacientes con puntuación más alta son priorizados.
Asimismo, hay excepciones que pueden conducir a la priorización de pacientes, como situaciones de emergencia.
En el caso de transferencias de corazón, la prioridad está determinada por la gravedad de la condición del paciente, con aquellos que necesitan soporte circulatorio siendo considerados más urgentes.
Con una cadena de más de 39 mil personas en espera de un trasplante de riñón, según datos de la cartera de Sanidad, la demanda de este procedimiento en Brasil es una de las más significativas.
Sin embargo, tal traspaso resulta un procedimiento quirúrgico común en el país, en parte debido a la posibilidad de vivir con solo un riñón.
La médica nefróloga Géssika Marcelo Gomes, especialista en trasplante renal en la Universidad Federal de Sao Paulo, detalla que mantener esa lista de espera es viable debido a la mayor cantidad de receptores de riñón en comparación con la disponibilidad de órganos para donación.
Puntualiza que aunque hay casos de pacientes esperando hasta hace seis años, este período puede variar dependiendo de las reglas de asignación y criterios individuales.
Es fundamental resaltar que cualquier persona que esté en hemodiálisis por más de tres meses tiene permiso para entrar en la cola de espera para un trasplante renal.
La donación de órganos y tejidos solo puede ocurrir en Brasil con la autorización familiar.
