Capri (Italia), 19 abr (Sputnik).- Los países del Grupo de los Siete (G7) instan a todos los países a bajar las importaciones de energía desde Rusia, según un comunicado aprobado este viernes por los ministros de Exteriores del bloque.
«Seguiremos ejerciendo una presión significativa sobre los ingresos rusos provenientes de la energía y otros sectores. Pedimos a todos los países que reduzcan sus importaciones procedentes de Rusia, que apoyan su guerra», indica el texto.
La nota agrega que los miembros del grupo seguirán adoptando medidas para reforzar el cumplimiento del límite al precio del petróleo ruso, en particular a través de las sanciones adicionales a los que «participan en prácticas engañosas» para evitar esta restricción.
«Seguiremos tomando medidas para limitar los futuros ingresos de energía de Rusia. Continuaremos impidiendo que Rusia desarrolle futuros proyectos energéticos, perturbando su desarrollo de alternativas para el transporte de energía y otros servicios», añade.
Los ministros, además, llamaron a reducir la dependencia de Rusia en el ámbito de la energía nuclear con fines pacíficos.
«Recordamos el compromiso de los líderes del G7 de evaluar las medidas para reducir la dependencia de bienes civiles relacionados con la energía nuclear provenientes de Rusia y ayudar a los países que buscan diversificar sus suministros», señala el comunicado.
Asimismo, los países del G7 acogieron con satisfacción las decisiones tomadas por Estados Unidos y el Reino Unido que buscan detener el comercio de nuevos metales básicos rusos en sus bolsas.
El grupo también prometió continuar esforzándose por reducir los ingresos de Rusia procedentes de los metales.
Según la base de datos Castellum.AI, Rusia es el país más castigado por las sanciones, por delante de Irán, Siria, Corea del Norte, Bielorrusia y Venezuela, pues desde febrero de 2022 se activaron 16.587 nuevas medidas restrictivas contra Moscú, en adición a las 2.695 que ya estaban en vigor.
El presidente ruso, declaró que la política de contención frente a Rusia forma parte de la estrategia a largo plazo de Occidente, cuyas sanciones asestan un duro golpe a la economía mundial. (Sputnik)
