martes 3, diciembre 2024
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Iguanita, excelente la playa y el sitio de acampar

Asistí a este evento de Turismo Astronómico, en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Iguanita, en Liberia, Guanacaste.

Salí de San José el sábado 20 a las 05:00 y se me ocurrió tomar la Carretera Bernardo Soto, por San Ramón y Esparza, la vía que a veces llamamos “Cambronero”.  A las 10:55 me estaba bañando en las apacibles y tibias  aguas del Golfo de Papagayo, en Playa Iguanita.

La carretera (243 km) está bien, con poco tránsito ese día; de Limonal a Liberia es extraordinaria. La entrada a Iguanita está bien señalada (ayúdese con Waze). El camino final (9 km) es lastreado y los 500 m de fuerte descenso (y ascenso de regreso), justamente 2 km antes de llegar al campamento ya no son problema; están pavimentados.

La zona de acampar (bosque seco) es amplia, sombreada y con servicio de agua, baño e inodoro.  Clara, la guardaparque nos atendió muy amablemente, proporcionó buena información y nos hizo el rebajo de “adulto mayor”. Yo me quedé una noche en el extremo sur, del lado del cocodrilo, ¡algo distante, sin ningún problema!


A las 15:30 salió la Luna👆(en Virgo) y la observamos bastante bien hasta las 21:45, cuando me fui a comer algo y a descansar. Lleve unos viejos pero excelentes binoculares Fujinon 16 x 70 (montados en trípode) que proporcionaron una bien definida imagen lunar, la cual compartí con algunos turistas que se acercaron. Binoculares es el primer instrumento óptico recomendado para el aficionado que inicia; -no un telescopio- que seguro no sabe usar (dónde dirigirlo) y muy posiblemente tampoco comprar.


El Sol se había ocultado a las 17:47, que lástima, no sobre la apertura oceánica entre las muy pequeñas penínsulas que “cierran” el Golfo de Papagayo, sino encima de los hoteles. Supongo que, si lo hará en diciembre, volveré para ver ese ocaso.

El cielo comenzó a nublarse en dirección noroeste y luego el resto. Yo, porque estaba atento pude ver al planeta Júpiter, a la estrella Sirio y el resto del Can Mayor, junto con Orión dispuesto a acostarse panza abajo. Por ese momento, ya Las Pléyades y Tauro disfrutaban su baño de agua salada calientita en el Pacífico, para disponerse a dormir 👉. Mientras tanto, irónicamente el resto de los «participantes» estaban siendo distraídos con yoga y música😁.


El nublado fue casi total de allí en adelante. Ni la Luna pude ver satisfactoriamente desde la 2:00 del domingo 21, hora en que salí de la tienda de campaña, hasta las 4:00 en que su disco muy difuso se ocultó detrás de los hoteles.
El sol (en Aries) salió como se esperaba a las 05: 23, calentado la arena y luego el agua de Iguanita, para una refrescante zambullida cerca de las 09:00.

Un nublado es casi imposible de predecir si se realiza una actividad que debe programarse con mucha antelación, pero quizás se pueda evitar escogiendo una fecha (con la ayuda del IMN).

Conocidos relacionados con la revista Sky andTelescope, visitaron Ensenada Lodge por muchos años, para la luna nueva de febrero y lo mismo hizo la Fundación Cientec en Palo Verde, ambos sitios cumplen lo de aislado y oscuro. Marzo y abril tienen un poco de riesgo por nubosidad, aún en la soleada Guanacaste.

A propósito, al turista astronómico -profesional o aficionado-, no le interesa mucho la luna llena (le borra el cielo), excepto si el satélite es el propósito de la observación, por ejemplo, durante un eclipse lunar, una ocultación de un planeta, o una estrella notable. Se prefiere las vecindades de la luna nueva (un cachito de luna es de mucha ayuda). El sábado 6 de abril, o el lunes 8 (¡eclipse total de Sol!) hubiese sido para mí la noche perfecta (https://astronomia10norte.blogspot.com/2023/12/algunos-eventos-astronomicos.html).

Sin embargo, en Iguanita, en algún momento entre las 03:00 y las 04:00 del domingo, pude tomarle una foto al Triángulo del Verano al Noreste, esperando algún meteoro de las Líridas, pero no tuve suerte.
También a las constelaciones Sagittarius y Scorpius al noroeste. Si se puede ver a Orion y a Scorpius durante una misma noche, a pesar de que sean enemigos mitológicos. Hay que interpretar bien la leyenda. Vea mi (oscura) foto para salir de la duda👆👆.

Aunque no creo que tomar una foto me haga astrónomo como piensan algunos, que su primera inversión es un telescopio y cámara. A mis 81 años sigo enseñando que lo más importante es el estudio, conocimiento y experiencia práctica (no es lo mismo que años de servicio).

Si no sabe, no encuentra, o no puede  identificar lo que hay en el cielo, debe aprender a hacerlo, aún le falta mucho. Todos empezamos de cero.
Cuando solo el sol poniente, la luna, un planeta y una estrella brillante están disponibles, ni modo, agárrese de ellos y comente en una charla (sin iluminación artificial por favor, ¡sus clientes pierden la adaptación nocturna del ojo!).

Un buen puntero laser, no el que dibuja una débil rayita como de lapicero sin tinta, le salva la tanda. Explique sobre los movimientos de rotación y revolución de la Luna, los cráteres, los «mares«, el conejo, las mareas, etc. Júpiter y sus satélites, Galileo Galilei. La eclíptica, el alineamiento de hoy en el cielo del Sol-Júpiter-Luna y los probables demás planetas, que nunca encontrará por Orión o por la Osa Mayor.

El turista astronómico no se puede quedar sin nada, se corre el riesgo de frustrarlo. Como último recurso desesperado (planeado, desde luego), vendría quizás un poco de música acompañada de un bello y motivante cuento mitológico,  planetas extrasolares, viajes a la Luna y a Marte.

Los motivos de conversación son casi infinitos, mientras se da una prudente espera. A lo mejor el cielo se despejará dentro de un rato.

(*) José Alberto Villalobos Morales es Asesor en Física y Astronomía.

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