Dar es Salaam, 25 abr (Prensa Latina) El saldo, hasta hoy, de las lluvias que azotan esta urbe y otras zonas de Tanzania causaron la muerte a 155 personas, informó el primer ministro Kassim Majaliwa en un dramático informe al parlamento.
La cifra fue citada como hito debido a que es el doble de la reportada hace dos semanas; desde entonces las precipitaciones aumentaron y provocaron daños humanos y económicos en este país, Burundi, su vecino del este, donde las autoridades pidieron ayuda internacional, y en Kenya.
Además, las inundaciones que arrastraron a las víctimas letales y los deslaves provocaron que unas 200 mil personas abandonaran sus lugares de residencia en busca de zonas altas para salvar sus vidas.
Más al norte, en Nigeria, la brutalidad de los aguaceros provocó anoche daños en una prisión de Abuja, la capital, aprovechada por 118 reclusos para fugarse lo que desató una cacería humana aún en curso por la Policía y los servicios de seguridad dada la peligrosidad de los fugados.
En contraste, a principios del mes en curso, en Zimbabwe, en el sur del continente, la sequía meteorológica obligó a las autoridades a declarar el estado de desastre nacional.
Ambas circunstancias excepcionales son consecuencia del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur el cual conlleva fluctuaciones en la temperatura en las regiones central y oriental del océano Pacífico ecuatorial, además de cambios en la atmósfera suprayacente.
Sin pasar por alto las modificaciones emergentes del cambio climático provocado por el calentamiento global causado por la actividad humana.
