4 COMENTARIOS

  1. Jubilarse siempre es un pésimo negocio, al menos que se tenga un plan y una estragegia que conteste, más o menos adecuadamente estas dos preguntas: ¿cuántos años cree que le quedan de vida? ¿cómo quiere vivirlos? Pero, la preparación para la jubilación comienza 20 o 30 años antes, capitalizando, invirtiendo, librádose de endeudamiento y teniendo la visión anticipada de qué va a hacer a partir de pensionarse. Muchos han escogido jubilarse manteniéndose activos, y no han puesto todos sus huevos en una canasta. La libertad en la jubilación demanda de mantener abiertas las opciones para no quedar atrapado. ¿Para qué estudiar tanto si va a llegar a la vejez sin alternativas?

    • Lo felicito por ese comentario, la gente no ha entendido que la preparación para retirarse (jubilación) de la vida laboral empieza muchos años antes y se basa sobre el orden financiero de las personas, ya sea haciendo ahorros o inversiones financieras, inmobiliarias o de otro tipo, pocas personas como usted han entendido eso, nuevamente lo felicito por su razonamiento.

  2. La jubilación es una responsabilidad individual, no del estado, no veo porque el estado tiene que controlar la jubilación, ya está más que comprobado que el estado es un pésimo administrador de pensiones, regala la plata que no le pertenece, y se gasta otro poco «en confites».
    Debemos enseñar a nuestros hijos desde pequeños a crear un ahorro/inversión permanente hasta el día que se quieran jubilar, eso de que el estado nos diga cuándo y con cuánto nos jubilamos cae en Comunismo.

  3. Hablemos claro: la soberbia estafa de las pensiones de lujo se genera y origina de selectos trabajadores que han recibido por decenas de años gruesos y ventajosos salarios, con los cuales han creado sus correspondientes y valiosos patrimonios. Aunado a ello, le han dado ventaja profesional a sus respectivas familias, haciendo un efecto multiplicador. Pero eso, no sucedió con mi suegro Samuel el cual, desde los 90 solicitó una sencilla pensión, siendo en el pasado: agricultor, bollero y campesino. Para él se le hizo un exhaustivo estudio socio-económico, donde incluyó hasta toda su parientada. Y murió a los 104, esperando ese supuesto beneficio. Luego entonces, ya el sistema debe actuar en consecuencia, cuando la ley nos trata como iguales, donde para aquella clase de beneficiarios debe hacerse esos estudios sociales, donde las ventajas se logran y disfrutan por añadidura desde un inicio. Bien nos demuestra la empresa privada, cuando sus jerarcas y mandos intermedios, hacen sus correspondientes planes a futuro, logrando un beneficio indiscutible de esfuerzo particular. Por supuesto, la masa de sus trabajadores, recibirán las “migajas” usuales y hasta disminuidas, dependiendo de sus labores. He aquí, sintetizar la diferencia, para no cansar con el asunto. Cuando sospechamos que alguien defiende esos temas, llevan implícito su conexión afectiva para endulzar al pueblo, por ser su probable benefactor.

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