lunes 29, abril 2024
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¿Inmunes al envenenamiento por dióxido de carbono, CO2?

¿Humanos inmunes al envenenamiento por dióxido de carbono y al deterioro del medio ambiente?  Hablo de los pilotos de motocross, los pilotos de autos de carreras y deportivos, los practicantes de la caza y la pesca deportivas, los pilotos de aviones deportivos y acrobáticos, los paracaidistas y voladores deportivos, los tiradores de tiro deportivo con rifle y pistola, entre otros.  Hay otros, pero principalmente hablo de éstos.

Y de su gente:  sus familias, los de sus equipos de apoyo y los fabricantes de sus aparatos, aditamentos y equipamiento, que además son muy vistosos, atractivos y, claro carísimos;  algunos solo para ricos.

¿Cómo es que se hacen inmunes al mortal CO2?  ¿Será por esa inmunización que sus apariencias y actividades son tan seductoras y atractivas para miles de millones de espectadores y tan lucrativas para los fabricantes y productores y sus celebraciones tan extraordinarias? Bueno, en realidad no lo sé. 

De hecho, es algo que se me ocurrió en estos días.  Porque todas esas actividades están entre las primeras más contaminantes del planeta con sus emisiones de CO2 y sin embargo sus participantes directos, sus causantes, son de lo más sonrientes, solventes financieramente y exitosos de la humanidad.  Pero puede ser que esto sea una simple ocurrencia y que no sean inmunes.

En este caso simplemente es lo contrario:  se están matando y de paso nos están matando a todos los demás.  ¿Qué podemos hacer al respecto? Comprender esto y entonces dejar de apoyarlo y desear que acabe.  Porque no queremos morir por contaminación ambiental y queremos no solo sobrevivir sino vivir.  No podemos ser aficionados a esas cosas si queremos salvar al planeta y reducir el efecto invernadero y el calentamiento global.

Y con eso van los miles de millones de espectadores que van y fuman y la industria turística que maneja los viajes de aficionados a esas cosas, que también produce enormes cantidades de emisiones contaminantes. 

Pensemos en los miles de millones de toneladas de minerales que hay que extraer del planeta para fabricar todo lo que se necesita para esas cosas y en las inmensas industrias que las fabrican;  en los metales exclusivísimos y costosos y en su procesamiento, en los plásticos igualmente especiales y caros, las pinturas, los millones de kilómetros que se recorren y de combustibles y aceites que se consumen desde los transportadores de los materiales hasta los asistentes que se trasladan a los sitios en que se desarrollan las actividades y de vuelta y cuánto maltrata todo esto a la Tierra, cuánto envenena el medio ambiente y cuánto empobrece más a gentes de por sí ya pobres que se dejan llevar a los tipos de espectáculos donde se juegan grandes fortunas y se dan trofeos también materialmente valiosísimos y altamente contaminantes.

Otro fenómeno de masas de pobres engrandeciendo los capitales de los ricos y poderosos mientras miles de millones no pueden ni dormir de hambre y de enfermedad, muchísimos además víctimas de afecciones respiratorias, de la sequía y del calor extremos y por su misma debilidad e impotencia fáciles presas de la siniestra y astuta seducción de la industria de la moda y de la fama.  Como con los juegos de azar:  el montón poniendo el poco dinero que le falta para lo básico con la esperanza de acabar con su miseria y que sumado constituye una gran fortuna para que vaya a parar al bolsillo de otros dos o tres que en definitiva son sus enemigos en lo que yo llamo “el club”.

Y después de todo lo brillante, colorido, sensual y rítmico de la fiesta ¿qué? Montañas de desechos, un medio ambiente mortalmente más contaminado, grandes masas de vuelta a sus realidades de calamidades y privaciones cotidianas y unos autores de todo este deterioro del planeta creyéndose los protagonistas de la belleza y la excelencia cuando en realidad están suicidándose lo sepan o no y sean de “el club” o del “otro lado”.  Pero siendo en ese sentido homicidas también y esa es la parte que nos toca porque gradualmente van sofocando al resto de nosotros que no tiene escapatoria.

(*) Orlando García Valverde, Traductor-Intérprete Oficial

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4 COMENTARIOS

  1. La serie de Formula ! en Netflix le dara un paro cardiaco.La competencia y millones de dolares, invertidos entre Mercedes Benz, Ferrari, Mc Laren, Aston Martin corrobora lo expuesto.De ello viven miles de personas del millonario negocio en varias ciudades del mundo,de America, Oceania, Asia, Europa y Africa.
    Una de las mayores profesiones que se benefician, es la de los traductores simultaneos de varias lenguas ante el movimiento de miles de extranjeros que visitan las ciudades del evento.

  2. Gracias Don Orlando por señalar estos puntos tan importantes y que hacen aparecer como si fueran normales. Todo lo expuesto
    es verídico tristemente.
    Además la industria de la guerra también es una peste contaminante y las armas una desgracia de la humanidad…..

  3. Don Orlando, usted consume productos importados, consume carne?, investigue sobre los impactos al ambiente que producen los barcos cargueros y la ganadería; la fórmula 1, motocross, etc; no son nada comparado a esta actividad.

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