4 COMENTARIOS

  1. Yo como médico, estoy en contra de la tarifa mínima, uno a veces ve que las personas hacen un esfuerzo para pagar una consulta. En el colegio el tarifario se impuso por un grupúsculo de voraces, podría bajarse por ley. Hay una alternativa: CONSULTA SUBSIDIADA, es decir, si la mínima es 60.000, uno puede cobrar 60.000, pero efectúa un “CASH BACK” de 30.000. Esto nadie puede prohibirlo.

  2. ¿Habrá la Sala IV de pronunciarse sobre LA LIBERTAD DE ASOCIACIÓN Y CULTO? Soy médico, el CMC lo único que me ha hecho en casi medio siglo, es cobrar la mensualidad y amenazarme cuando me atraso en su pago. ¿Por qué me tengo que colegiar? Lo ignoro y además, creo que la “COLEGIATURA” debería ser electiva. Los tarifarios deberían, si la idea fuera proteger al usuario, hacerla con un “TOPE” superior pero libre hacia abajo. Lo contrario es un privilegio odioso.

  3. Es claro que en los votos de la Sala 4, hay abogados de profesión defendiendo los intereses del resto de abogados.
    Esas sentencias pueden ser “ pueden ser legales y hasta constitucionales”, pero rayan con la ÉTICA y son un ABUSO desde el punto de vista económico.
    En la la línea de argumentación no se explica la razón por la cual los servicios profesionales son de interés público.
    La explicación que se da para justificar que la fijación de tarifas mínimas no crean una práctica monopolica, no se sostienen bajo la teoría económica.
    Los CONSUMIDORES vamos a tener que promover las reformas al Ordenamiento Jurídico para que el marco de “ legalidad “ deje de estar al servicio de los intereses gremiales y podamos tener a futuro un país menos caro y con menos desigual.
    Agradezco al autor por él artículo, muy bien redactado y nos da luz sobre las amarras que hay soltar para el bien de las mayorías.

  4. Discrepo de los aranceles mínimos, como abogado, porque creo que constituyen una política de discriminación social, haciendo difícil o imposible el acceso a los servicios jurídicos a los pobres. La «preocupación» tributaria pareciera que parte de una falsedad: que los abogados y notarios declaran a tributación sus reales ingresos. Tampoco hace distinción el articulista entre profesionales ricos y profesionales pobres, que es una realidad, en el «gremio» hay patrones y «proletarios» (con protocolo incluido)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí