Una mil millonésima de segundo antes del bosón de Higgs. ¿Qué existía una milmillonésima de segundo antes de aparecer el bosón de Higgs?
Dar con esta respuesta es mi deseo, simplemente porque saberlo haría todo más fácil. La búsqueda frenética por el conocimiento del universo y su evolución, es sencillamente la búsqueda muy humana por cierto, de las razones para la existencia de nuestro universo y lo que aún no conocemos, incluido nuestro propio principio invisible: ánima o ánime, o alma o espíritu.
La última centuria ha sido la verdadera época de los descubrimientos, la era de los viajes interestelares con los telescopios ayudados de la única ciencia exacta: la matemática. Antes de seguir con este tema, me gustaría hablar de forma brevísima, acerca del Zohar*, tuve la suerte de acercarme a este libro de Sabiduría Hebrea hace años, en realidad es un tratado de conocimiento, que los no-judíos hemos perdido de conocer, aunque las últimas décadas de apertura de la cábala judía ha conseguido acercarnos.
Es difícil hablar acerca del Zohar, cuanto que representa una sabiduría muchas veces milenaria, cuyos orígenes son inciertos, asirios, sumerios, egipcios etc, reunidos en un libro de reducida circulación y virtudes cuasi mágicas. Me decía una amiga judía cabalista, algo que yo no aceptaba: el Zohar no necesita leerse porque él mismo se transmite a nuestra mente (sic).
Regresemos a la milmillonésima de segundo antes del bosón de Higgs, esto es aproximadamente hace 13.700 millones de años, ese tiempo antes del Big Bang, existió el Bosón de Higgs. Por razonamiento puramente lógico, hubo un momento para creer que había “algo” en medio de la nada.
Los ateos, por cierto los admiro mucho, no aceptan esa terrible encrucijada, porque echa por tierra su tesis de no existencia de “algo”.
Los años me llevaron a incursionar en la física cuántica, la que me llevó a buscar demostrar la no existencia de ese “algo”, de ese bosón de Higgs: la partícula divina o partícula de Dios. Muchos años, leer a los grandes astrofísicos, reflexionar y seguir buscando la “no existencia”de algo. Resulta que sin el bosón de Higgs no se puede explicar la mayoría de los principios físicos de la génesis y evolución del Universo, esas mismas interrogantes echaron atrás a Einstein porque sentía un choque contra su cultura.
Hoy por hoy he conseguido mucha paz interior, después de un esfuerzo perdonal he logrado reencontrarme con mi idea primitiva de Dios. Dentro del mundo de la astrofísica es común encontrar escépticos, no hay ateos, no pudieron seguir siendo ateos, una vez llegados a la milmillonésima parte de un segundo antes de bosón de Higgs.
* El Zohar es, junto al Séfer Ietzirá, el libro central de la corriente cabalística, escrito por Shimon bar Yojai en el siglo II, o por Mosé ben Sem Tob de León en el siglo XIII. El punto bueno que la persona encuentra en sí misma es parte de la Divinidad, pues todo el bien emana del Santo, bendito sea.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico
