Columna Poliédrica
Hay temas que por su importancia no pierden actualidad. No es la primera vez que vamos a escribir en relación con la elección de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, ello se debe a que es un tema capital para la democracia costarricense y para la institucionalidad del país; resulta una verdad histórica el hecho que las sociedades requieren de un Poder Judicial fuerte, pero ello debe ir acompañado de decisiones judiciales bien razonadas y con un accionar a prueba de toda duda.
El Poder Judicial ha sido un bastión en la historia del Estado costarricense. Desde la independencia hasta el nacimiento de la República a mediados del siglo XIX, el texto constitucional no solo ha establecido la división de poderes sino que le ha confiado a los jueces la resolución de conflictos y la interpretación de las normas del ordenamiento jurídico; su desarrollo en la segunda mitad del siglo decimonónico y de la primera mitad del siglo XX, permitió que el país fuera más jurídico y ello se mantuvo, con avances y retrocesos, hasta que se generó lo que don Luis Alberto Monge Alvarez denominó el basucazo judicial.
Y es que la jurisdicción constitucional y posteriormente las otras jurisdicciones han perdido su señorío y ahora, pareciera, no importa si saben o no de Derecho. Vamos a decirlo con absoluta claridad, ya no importa la competencia académica y la experiencia para que la Asamblea Legislativa nombre a un Magistrado en cualquiera de las cuatro Salas de la Corte Suprema de Justicia; en otras palabras, lo importante ahora es que las personas respondan o sea del agrado de quienes los eligen, cosa que es nefasta para la administración de justicia y para la democracia costarricense.
El aspirante que no se alinea a ciertas formas de pensamiento, ideología e intereses, simplemente es descartado. Aquellos que se atreven a criticar lo existente en un libro, en un artículo científico, en una tesis doctoral o en cualquier programa de esos que ahora abundan, sencillamente firma su veto de por vida y jamás podrá llegar a ocupar el puesto de Magistrado por más competente que sea; se trata de una dinámica que se ha venido dando y que amenaza con convertirse en la regla en la Asamblea Legislativa y también en el Poder Judicial que lo ha normalizado.
Vivimos tiempos difíciles y el Poder Judicial no escapa a esa realidad. Quienes dirigen ese poder de la República están más preocupados por las formas y por responder a quienes tienen la posibilidad de reelegir estos puestos, se trata del más puro doblegamiento de aquellos que aspiran a estar eternamente en esos puestos de magistratura; no obstante, el daño que se le está infringiendo a la sociedad costarricense es incuantificable, asistimos a un Estado que está en manos no de los que más saben, sino de personas cuyo único interés es estar en el puesto de Magistrado, situación que ponde en entredicho una serie de aspectos relacionados con la administracion de justicia.
Algunos han dicho que se trata de un problema de la forma en como son electos los Magistrados. No obstante, con el mismo procedimiento, desde la segunda mitad del siglo XX se nombraron muy destacados jueves en la Corte Suprema de Justicia; es decir, el frío no está en las cobijas, está en impedir la incompetencia y el servilismo a la hora de designar quién o quiénes ocupar el puesto de Magistado de la República
(*) Andi Mirom es Filósofo
Andi, hablemos claro. El Poder Judicial y sus tentáculos representan el interés de sectores financieros empresariales, conexiones externas del bipartidismo y otros encubiertos facilitadores del desmadre hegemónico. Esos tentáculos (del PJ) le han dado cheque en blanco para no ser acusados de brincarse la independencia de poderes y junto a un Legislativo abozalado, la judicatura está atrapada en brindar una justicia real, legitima y verdadera. O sea, cualquier hijo de vecino puede a futuro ser encausado y por más defensores que enarbole, si políticamente o por exteriorizar y evidenciar la corrupción imperante, será chasparreado en la hoguera jurídica. Mucho pendiente tiene ese poder de definir los corruptos y que casualidad, son de la misma cofradía. Aunado a ello, donde un Ejecutivo, por la magia del TSE se encuentra luchando contra corriente ante un Legislativo, que solo tiene cerebro para absurdas triviales, de acuerdo al material humano escogido, todo es una máscara o charada, como nos sucedió con el pac y sus luchas progres en el pasado. Pedirle peras al olmo o a cualquier inflado tonto útil ser medio inteligente en escoger un paisano que tenga la libertad individual de ser recto, integro e imparcial, para esta gente, nos les vale. Esperaré las represarías familiares, como bien sospecho. Ya ante este fulano, las ha recibido en carne propia.
BUEN DIA como abogado con 35 años de ejercicio profesional cuando estudie en la UCR los magistrados Edgar Cervantes Francisco Chacon y una serie de personas, que llegaban a la soda y compartian, de ahora el Dr Oscar Gonzalez que fue echado de la Magistratura por la resolucion de la Sala Primera contra crucitas, y los mediocres hasta testigos en el caso de Crucitas una señora de apellido y uso sinonimo de calle, que se deberia leer como llego El ultimo que era el delfín politico «Sucesor , designado o probable , de una personalidad importante , especialmente de un político . y que no gano la presidencia QUE MAYOR EJEMPLO