domingo 5, mayo 2024
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Ecologistas rechazan injerencia de EEUU en política agrícola en México

Ciudad de México, 15 feb (Sputnik).- Organizaciones ecologistas rechazaron el martes la injerencia de EEUU en política agrícola en México al exigir explicaciones sobre los planes de eliminación gradual del uso del maíz genéticamente modificado o transgénico, comenzando por su prohibición en la alimentación humana.

«Rechazamos enérgicamente la intervención de EEUU en la decisión de México de eliminar gradualmente el glifosato y el maíz transgénico producido utilizando prácticas agrícolas intensivas en plaguicidas», dijeron en un pronunciamiento el Centro para la Diversidad Biológica y Greenpeace México.

La semana pasada, el nuevo jefe de comercio agrícola de Washington, Doug McKalip, exigió al país latinoamericano que respondiera a las preguntas de la Casa Blanca sobre el plan de eliminación del maíz transgénico, antes de este 14 de febrero.

Ese planteamiento es parte de las «amenazas de EEUU de responder a la decisión de México con medidas punitivas, incluida la presentación de quejas comerciales formales contra su vecino del sur», dice el comunicado conjunto de las dos organizaciones.

En respuesta, el lunes el gobierno de México emitió un nuevo decreto que descarta la fecha límite de enero de 2024 para la eliminación gradual del maíz industrial y forrajero genéticamente modificado, sin proporcionar otra.

En cambio, México mantuvo su compromiso de eliminar el maíz transgénico para producir masa y tortillas -alimento básico en la dieta de la población mexicana- y estableció el 31 de marzo de 2024 como fecha límite para eliminar el uso de glifosato en los cultivos.

Postura oficial y consecuencias

La cartera federal de Economía aclaró que el plan de eliminación no se aplica a los cultivos genéticamente modificados en general, sino únicamente al maíz.

Además, el decreto incluye el compromiso de profundizar el estudio científico de los efectos del glifosato y el maíz transgénico, tal y como lo exige EEUU, en temas sobre sus consecuencias que todavía son parte de un debate abierto.

Cada año, el país latinoamericano importa casi 5.000 millones de dólares de ese alimento utilizado para engordar animales de crianza en granjas exportadoras de carnes.

Durante meses, EEUU ha ejercido fuerte presión sobre México para que acepte maíz transgénico producido en granjas estadounidenses, a pesar de la resistencia a lo que podría ser considerada una dosis dañina de plaguicidas en su cultivo, entre los cuales destaca el glifosato.

«La ciencia lo ha relacionado (al plaguicida) con graves daños para la salud humana, incluido el cáncer, así como con el declive de la mariposa monarca y otras especies polinizadoras que se encuentran en peligro», dicen los ambientalistas

El uso generalizado de glifosato en los cultivos transgénicos ha eliminado muchas de las flores que las abejas y las mariposas necesitan para sobrevivir.

Lori Ann Burd, directora de salud ambiental del Centro para la Diversidad Biológica, denunció desde EEUU «los vergonzosos esfuerzos para obligar a México a aceptar el maíz transgénico no es más que imperialismo del siglo XXI».

Washington «está trabajando incansablemente para aumentar las ganancias multimillonarias de las corporaciones nacionales de agronegocios mediante la promoción del maíz transgénico, a pesar de que estamos sufriendo una disminución catastrófica en las poblaciones de polinizadores», dijo Burd.

La experta explica que los insectos polinizadores son vitales en el entorno agrícola y campos de maíz transgénico estadounidenses, que «empapados de glifosato, juegan un papel importante en estas disminuciones».

Viridiana Lázaro, activista de alimentos y agricultura de Greenpeace, celebró la prohibición del maíz transgénico en alimentación humana como un primer paso para transformar el sistema agrícola industrializado de México, basado en plaguicidas y dependiente de corporaciones transnacionales.

La meta es «un sistema agroecológico que ofrezca soluciones a la fertilidad del suelo, a los problemas de plagas locales; que permita la diversificación de cultivos, que proteja la biodiversidad y la salud de los agricultores y consumidores», planteó Lázaro.

Además de la prohibición en la dieta humana, «se debe asegurar que el glifosato y principalmente el maíz transgénico no termine en masas y tortillas como ya ha sucedido y se ha demostrado en estudios», subrayó.

El papel histórico del maíz en la dieta y la cultura mexicanas llevaron a las autoridades a prohibir el maíz transgénico para consumo humano y a eliminar gradualmente el glifosato. (Sputnik)

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