Washington, 16 Feb. (EUROPA PRESS) – El número de días navegables entre Asia Oriental y Europa a través del Ártico por el Paso del Nordeste ha crecido de forma constante en las últimas décadas, prueba del retroceso del hielo en la región.
Un equipo dirigido por el profesor Qinghua Yang, de la Universidad Sun Yat-sen de China, el Dr. Yiguo Wang, del Centro Nansen de Medio Ambiente y Teledetección de Noruega, y el Dr. Jinlun Zhang, de la Universidad de Washington, examinó recientemente la accesibilidad diaria del Paso del Nordeste –al norte de Rusia– entre 1979 y 2020 para distintos tipos de buques mercantes.
En el estudio, publicado en Advances in Atmospheric Sciences, se emplearon datos sobre el hielo marino (tanto de espesor como de concentración) para simular las rutas marítimas del Ártico.
El equipo descubrió que, pese a la gran variabilidad interanual e interdecadal de la Ventana Navegable (VN) en el Paso del Nordeste, existía una tendencia general detectable. En concreto, el número de días navegables ha crecido de forma constante, alcanzando los 89 +/- 16 días para los buques de aguas abiertas (OW) y los 163 +/- 19 días para los buques de clase polar 6 (PC6) en la década de 2010. Además, desde 2005 han aparecido más ‘ventanas de navegación’ consecutivas tanto para los buques de OW como para los de PC6 debido al retroceso más rápido del hielo marino.
Desde la década de 1980, según la simulación, el número de rutas árticas no ha dejado de aumentar, encontrándose una navegabilidad óptima en los años de extensión récord de hielo marino (por ejemplo, 2012 y 2020). Por otra parte, la navegabilidad estival en el Mar de Siberia Oriental y el Mar de Laptev varió drásticamente debido a los cambios en las condiciones del hielo marino.
Cabe señalar que las políticas gubernamentales, la geopolítica y las situaciones internacionales son consideraciones importantes a la hora de determinar la elección de las rutas, además de factores como las condiciones del hielo, el tiempo y el estado del océano. Por otra parte, un tema científico que merece ser investigado en el futuro es el impacto que tendría el aumento de las actividades marítimas en el Ártico sobre el medio ambiente y el clima, señalan los autores.