Puerto Príncipe, 2 abr (Prensa Latina) Ante el aumento de la violencia, asesinatos, secuestros y las incursiones de pandillas en la capital, que dejaron decenas de muertos solo durante el mes de marzo, organizaciones sociales de Haití instaron a los ciudadanos a crear grupos de defensa comunal para resistir a las bandas criminales.
“La resistencia es la clave. No podemos seguir huyendo de nuestros barrios, de nuestras casas. Los bandidos deben irse y pedir cuentas a quienes les armaron y no a la población”, escribieron en un comunicado más de 15 plataformas de la sociedad civil.
Un llamado crítico que ocurre cuando Haití sufre de un recrudecimiento de la violencia armada, los asesinatos a la población civil suman más de 530 de enero a mediados de marzo y unas 155 mil personas tuvieron que huir de sus hogares;por otro lado, las escuelas, en especial en las zonas más vulnerables, llevan meses cerradas.
Las organizaciones, entre las que se incluyen el Colectivo del 4 de diciembre, Sant Karl Lévèque, Consejo Haitiano de Actores No Estatales y el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos, advirtieron del “asombroso aumento de los grupos terroristas” y la “espantosa crueldad” de sus integrantes.
Las pandillas cometen matanzas en los barrios, violaciones, robos y secuestros para exigir rescate, junto al saqueo de viviendas, establecimientos comerciales y la destrucción de comisarías policiales.
Las diferentes organizaciones pidieron al Gobierno decretar el estado de urgencia en las áreas controladas por las bandas y solicitar ayuda a cualquier país dispuesto a proporcionar los materiales y equipos necesarios para luchar contra el crimen y el terrorismo, a fin de evitar una guerra civil.
“No podemos más, es la segunda vez en una semana que salgo de mi casa con mis tres hijos. El Gobierno tiene que hacer algo porque vamos a morir todos”, dijo a Orbe Nadege Joseph poco después de que la pandilla liderada por Vitelhomme atacara Marlique, al sudeste de Puerto Príncipe, y matara a nueve personas.
Plataformas políticas convocaron a jornadas de manifestaciones para criticar la inseguridad y pedir la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, a quien responsabilizan por el deterioro de la estabilidad de la nación y la inacción de la Policía, mientras el país se desmorona y prácticamente ninguna zona de la capital se considera segura.
“Con una acción reaccionaria popular la mayoría de las pandillas podrían ser eliminadas, antes que la violencia sea incontrolable”, dijo a esta publicación un arquitecto, aunque admitió que muchos podrían morir. Y esos muertos serían los más pobres, porque muchos integrantes de la clase media y alta de Haití ya huyeron a otros destinos.
