Buenos Aires, 10 abr (Sputnik).- El Gobierno argentino reglamentó este lunes una nueva edición del Programa de Incremento Exportador por el que establece un tipo de cotización del dólar diferencial para el complejo sojero y las economías regionales hasta el 31 de mayo, con la expectativa de que el Estado pueda recaudar 5.000 millones de dolares adicionales.
«Restablécese, de manera extraordinaria y transitoria, el Programa de Incremento Exportador», señala el decreto de necesidad y urgencia (DNU) publicado este lunes en el Boletín Oficial.
Con el denominado «dólar agropecuario» que se cotizará a 300 pesos argentinos.
El decreto reconoce que entre 2022 y este año el país sufre una de las peores sequías de las últimas décadas, lo que effecta la producción de la soja, el cultivo más extenso en el territorio, así como el resto de plantaciones.
Más de 173 millones de hectáreas del campo argentino «se encuentran en condiciones de sequía», de las cuales 11,4 millones de hectáreas son zonas agrícolas de cultivo, mientras que 24,3 millones de vacas pastorean en la superficie restante,
La primera edición del Programa de Incremento Exportador, que se lanzó en septiembre, confirmó por entonces un tipo de cambio de 200 pesos por dólar para las exportaciones de soja.
A través de esta iniciativa, el agroexportador liquidó 8.123 millones de dólares en base a una comercialización de casi 14 millones de toneladas.
Una segunda prórroga de esta medida, que rigió en diciembre y por el que el dólar equivalía a 230 pesos, logró una recaudación de casi 3,000 millones de dólares por la venta de seis millones de toneladas de oleaginosas.
Con el cambio diferencial de la moneda estadounidense para el sector sojero y las economías regionales, el Ministerio de Economía busca incrementar el nivel de reservas del Banco Central y que con parte de lo recaudado se pueden mantener los programas de ayuda a las producciones que resultaron afectados por la sequia, las heladas tempranas y el granizo.
A través de los decretos, el Ejecutivo argentino también suspendió desde el 1 de febrero los juicios de ejecución fiscal, medidas cautelares, y embargos que pueden afectar al sector, debido al período de emergencia o desastre agropecuario decretado por la sequía.
La falta de precipitaciones en la principal zona productiva de Argentina causará una merma de 45 por ciento en la producción de soja, según estimó la Bolsa de Comercio de Rosario, en la provincia de Santa Fe (centro-este).
Casi el 55 por ciento del territorio argentino del país está afectado por la falta de agua en sus suelos, según el Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica.
El estrés hídrico ha provocado también que la cosecha de trigo se reduzca a la mitad, en comparación con la campaña del año pasado.
Argentina es el principal exportador de aceite y harina de soja del mundo, y el séptimo proveedor de trigo. (Sputnik)
