Moscú, 25 abr (Sputnik).- El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, aseveró que Polonia busca «devorar los restos de Ucrania» para intentar restaurar la Mancomunidad de Polonia-Lituania, al tiempo que denunció «la autoría» de EE.UU. en ese plan «destinado a debilitar al Viejo Mundo».
Según el expresidente ruso, Varsovia no piensa en las consecuencias de sus aspiraciones, porque el apoyo occidental «pronto se va a agotar», además de porque «se le olvidó lo que es vivir en un Estado multiétnico».
«Su experiencia de convivencia con los ucranianos en Polonia en la época de entreguerras de 1920 a 1939 es muy complicada», señaló, agregando que «fueron los polacos quienes, con su vanidad y arrogancia, proporcionaron el combustible ideológico para el surgimiento del nacionalismo y el banderismo».
Medvédev sostuvo también que Alemania y Francia «están muy molestas» por «las apetencias polacas». Más adelante, cuando los líderes europeos se den cuenta de ello, «acudirán a nosotros en busca de ayuda» y «prepararán un nuevo tratado europeo de seguridad para contener a la inquieta Polonia», vaticinó.
Por su parte, desde el Servicio de Inteligencia Exterior ruso afirmaron que la cuestión de la revisión de las fronteras estatales «se agudiza» para los dirigentes polacos en el marco de la crisis ucraniana.
En este contexto, en el país europeo, junto con las aspiraciones de apoderarse de las regiones occidentales de Ucrania, «crecen los sentimientos antialemanes y los temores ante las posibles reivindicaciones revanchistas de Berlín sobre los antiguos territorios alemanes» que fueron cedidos a Polonia tras la Segunda Guerra Mundial, declaró el jefe del organismo, Serguéi Naryshkin.
Desde el inicio de su operativo en territorio ucraniano, Moscú ha alertado en repetidas ocasiones sobre las intenciones de Polonia de «anexionarse el oeste de Ucrania». Varsovia rechazó esas acusaciones y las achacó a que el país euroasiático pretende «reforzar la desconfianza entre Ucrania y Polonia».
A inicios de este mes de abril, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, declaró durante su visita oficial a Polonia que «en un futuro no habrá fronteras políticas, económicas e históricas» entre ambos países. (Sputnik)
Hasta que alguien dijo la verdadera razón del comportamiento de los “Pan” polacos. Ellos alimentaron a los
“bandera”, movimiento nacionalista; en la destrucción del estado de derecho de Ucrania, con el fin único y exclusivo, de expander sus fronteras. Son los padres de la criatura diabólica de Zelensky, un actor de media tabla, apto para interpretar el papel de bufón, o dictador, que no piensa en que está hipotecando el futuro de un gran país, con toda la “ayuda” en forma de PRÉSTAMOS que le dan en Occidente en armamento, para prolongar el conflicto. Verdaderamente
Ukrania nunca ganará la guerra, pues al final de esta nefasta confrontación estará encadenada a una deuda que asumirán las futuras generaciones para saldar los préstamos de Occidente por muchas generaciones.
Por qué se desató este conflicto?
Primero fue por Crimea, una península que nunca le perteneció a los Jojoles ucranianos. Sus primeros habitantes fueron los Tártaros, que fueron conquistados y expulsados de ese territorio por los zares. En 1.954, siendo presidente de Soviet Supremo, el ucraniano Nikita Jrushov , la cedió a Ukrania por la milenaria amistad que unía a estos pueblos eslavos hermanos.
Zaparodzhia, Donets y Lugan, fueron tierras ocupadas por los Cosacos, a quienes los zares les permitían vivir bajo sus leyes y costumbres, pero sirviendo siempre como un cuerpo militar del Imperio Ruso.
Entonces, a qué raíz histórica de posesión se refieren los ucranianos para reclamar estas tierras?.
Por qué masacraron a los rusos que vivían en esas tierras con bombardeos indiscriminados? Y donde estaban los organismos internacionales cuando esto ocurría, por qué no se manifestaron contra estas masacres?
La verdad de esta miserable guerra saldrá a la luz pública,
Basta ya de alimentar este conflicto, Occidente debe entender que estamos en el límite del abismo de una confrontación mundial.