lunes 29, abril 2024
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Chaves, amado y odiado

De cal y de arena

A Rodrigo Chaves Robles (ayer como candidato a la presidencia de la República, hoy como Presidente de la República) algunos grupos de poder le declararon la guerra. No sé qué peligro vieron en el candidato. Probablemente de características graves, tanto como que creyeron urgente, indispensable e impostergable hacerle imposible su tránsito por la política. Fue –como le gustaba pregonar a don Claudio Alpízar Vargas, hombre influyente en el Liberación Nacional de campañas muy atrás- una guerra en la que la orden fue “fuego por todas las claraboyas”.

Y lo que el país presenció fue un ataque feroz, despiadado, sin contenciones éticas ni morales. Su máxima expresión fue la adulteración de la verdad a la hora de traer a  la campaña los incidentes que tuvo Chaves a su paso por el Banco Mundial, cuando se le acusó casi que como acosador sexual.

A la cabeza del montaje estuvieron las cabezas de ciertos medios de comunicación colectiva, empresas periodísticas que quién sabe qué diablos vieron en Chaves como una amenaza para sus dominios financieros. Quizás fue un montaje fraguado para servir a quienes en Liberación Nacional intuían los grandes peligros que representaba para su papeleta presidencial ese fulano que se había ido de Costa Rica 30 años atrás y que ahora –como un enviado de Satán- aparecía con ínfulas de genio prestidigitador apto para curar nuestros grandes males y frustraciones.

No pudieron quemarlo. Lo que no fue obstáculo para que se subieran al navío desde cuyas claraboyas se disparaba día y noche un montón de “espíritus frustrados” de la política que también dieron su aporte a la descarnada guerra. Fracasaron, todos fracasaron. No fue un rotundo y aplastante triunfo de Chaves; mas sí fue sonoro, sorprendente, inesperado.

No pocos poderosos (de los poderosos que conforman los grupos de presión habituados a domar el aparato estatal y a definir los contenidos de sus decisiones) sintieron que el candidato victorioso de veras ponía en riesgo sus intereses y sus artes para decidir –desde los poderes mediáticos-que aquel reinado se les iba a acabar.

Lo dijo Walter Coto Molina (ex diputado y ex secretario general de Liberación Nacional): “Cuando una sociedad se encuentra devastada económica y socialmente, con grandes niveles de desempleo y corrupción, con profunda desigualdad e inseguridad, con aumento de la informalidad y de la pobreza, con un sistema educativo desplomado, y donde los ciudadanos están absolutamente insatisfechos con la gestión del gobierno, aquél dirigente que lance un grito de guerra, una frase que llegue al tuétano de los huesos, logra sin lugar a dudas atraer a más votantes a su causa”.

Rodrigo Chaves se impuso “comprarse la bronca” contra el estado de cosas, izó la bandera de lucha  y convocó al electorado a emprender la limpieza de la casa.

Chaves y su equipo de trabajo habían hecho un mapeo de la realidad política, de los sentimientos y penas de la gente, de sus anhelos y concepciones de futuro. Y le entró de lleno a aquello, un descontento general con el statu-quo, con los partidos tradicionales que actuaban como pinzas para defender privilegios y prebendas (de empresarios y de burócratas), sacándole ventaja a aquella verdad de a puño según la cual la política es un fenómeno emocional y no racional. Un hombre sin equipo de gobierno y sin programas (esa es la realidad, distinta por cierto al pregón). Que -como explicó Jorge Guardia Quirós, figura reconocida de la Unidad Social Cristiana- son asuntos importantes para gobernar con visión de estadista, pero no para hacer política. “En ésta seguirá reinando la emoción, el enamoramiento del electorado, no las acartonadas posiciones programáticas”.

Esa fue la realidad en la que incubó sus afanes Rodrigo Chaves Robles. Sacándole ventaja. A la par –sin duda- de las debilidades de su principal rival, José María Figueres.

Aún hoy, a un año de ejercer el mandato que le otorgó el electorado, la bandera de Rodrigo Chaves Robles flamea. A pesar del fuego que se le lanza desde todas las claraboyas; con empleo del arsenal más variado imaginable; en una línea de fuego que encabezan La Nación, CRHoy, Teletica y algunos programas de radio; con la gracia de artilleros que se prestan (no se si gratuitamente) al oficio. Sin importar el dictado de la deontología del periodismo.

Y, claro, ahí asoman sus narices algunos parásitos de la política que han encontrado la fortuna publicitaria al sumarse a los dictados del anti-chavismo. Con la diputación del Frente Amplio, que si no fuese porque se suma al propósito de desacreditar (tal vez no destronar) a Chaves al máximo posible, no aparecerían inflados por los poderosos del mundo mediático.

Con esa línea de tanques, baterías y aviones al frente, disparándole día y noche, los resultados que arroja la última encuesta de CIEP-UCR no son para quitarle el sueño al presidente Chaves: a un año de gobernar, un 63% de aprobación ahora en abril a pesar de la guerra de virtual exterminio, no es para que pronosticar su derrumbe. Tampoco es para dormirse en los laureles.

Afortunadamente existen politólogos, economistas, sociólogos y duchos políticos que están afuera de la vorágine mediática montada para destruirlo, que producen objetivos análisis que bien haría el presidente de la República en conocer. Que por allí podría encontrar inspiración para estructurar el plan de trabajo de tanta talla y dimensión como lo necesitan los descomunales problemas de esta sociedad.

No es que Rodrigo Chaves sea un compendio de virtudes, de habilidades y de inspiraciones. Sus falencias quizás no sean muchas pero sí son importantes. Diría que la carencia de experiencia política, de colmillo político, de un buen equipo de trabajo. Me parece un hombre muy terco y muy remiso a procurar acercamientos allí donde existe un caudal de experiencia y sabiduría no importa si son adherentes de otras tiendas. Por esa vía Costa Rica podría salir del pantano.

Porque evidentemente, no es a punta de plomo –del mismo plomo que él emplea para repeler los ataques- como se van a construir las soluciones a los problemas económicos, financieros, educativos y del desajuste social.

(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista

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6 COMENTARIOS

  1. Comentario para justificar lo injustificable, una pérdida de tiempo. Flaca memoria la suya, todos los presidentes siendo candidatos han sido atacados cruelmente por sus enemigos, en el caso de Cháves no fue diferente ni más ni menos, solo lo mismo.
    A cháves nadie tiene que destruirlo, ya está destruido y lo peor está destruyendo a nuestro país. Ah y no lo ponga como adalid del pueblo, que las élites. Es más de lo mismo, hincado ante las élites, las que le sirven a él, corrupto igual, descarado y mentiroso.

  2. Siento que coincido con el Presidente Chaves en algunos de sus propositos gubernamentales que son de sentido comun,pero las formas en que se comporta dejan mucho que desear de un Presidente.Patan,pedante, odioso son algunos de los adjetivos que le caen bien.No extrañan hoy dia las acusaciones que le hicieran sus compañeras de labor en el Banco Mundial. Esta retratado,lo vemos todos los miercoles y hoy se lucio con la señora del PANI.
    Ademas es mentiroso,lo que va restando su credibilidad y poco a poco su popularidad entre los mas necesitados.No se le ve a alguien de peso a su alrededor o que lo guie.Costa Rica nunca ha tenido un Presidente tan ordinario y mal educado.No terminara bien,y se tendra como otros que ir del pais,pues aqui nadie lo aguantara de labriego sencillo.

  3. Este, igual que LGS y Gelatino Alvarado, eran don nadies en todo sentido, entonces nada perdían con ser albondiguillas podridas.

  4. Yo de mi parte insisto: el fulano es el montado Caballo de Troya del FMI y el BM, para terminar de noquearnos, en cuanto a las instituciones y entes rentables, recursos, riquezas, banca, justicia, educación, etc., donde el costarricense promedio no se percata lo que le están recetando. Este señor recibía y recibe miles de millones de esas garroteras trasnacionales, donde está muy cómodo con el trato especial que el actual vendido poder mediático le otorga, con excepción del periódico del israelí Baruch, el cual no quiere que ni remotamente le alcen los chingos a su banco y negocios. En fin, Chaves R., tiene mucho que ganar y muy poco por perder, lo contrario de Costa Rica. El teatro está montado, Solo falta darle seguimiento a lo planeado, la partitura para dejarnos chingos y en pelota, sin agua, luz, telefonía, transporte, pensiones, fanal, mares, ríos, seguridad en salud, vivienda, tierras y, hasta seguridad pública. La seriedad de este señor radica en liquidar sutil, mansa y con gran disimulo nuestro país, ante las narices del pueblo. Tendría que cambiar su ruta entreguista y privatizadora para estar con él a futuro, pero esto, aparentemente no ocurrirá, ¿o sí, don Rodrigo?

  5. A don Alvaro Madrigal e gusta Juan Diego Castro, a quien patrocina.Le gusta Chaves.Solo nos falta el articulo de alabanza para Pilar Cisneros.Un trio despreciable para la mayoria de los costarricenses.

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