Moscú, 22 jun (Elpaís.cr).- El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, ha revelado este jueves en una reunión del presidente Vladímir Putin con miembros del organismo el número de vehículos perdidos por el Ejército ucraniano durante su contraofensiva.
Según el alto funcionario, entre el 4 y el 21 de junio las Fuerzas Armadas rusas destruyeron 246 tanques ucranianos, incluidos 13 suministrados por Occidente. También detalló que las bajas de las tropas ucranianas durante la contraofensiva ascienden a 13.000.
Asimismo, Pátrushev precisó que fueron destruidos 595 vehículos blindados de combate, 279 cañones de artillería de combate y morteros, incluidos 48 de producción occidental, 42 lanzacohetes múltiples y dos sistemas de misiles antiaéreos, entre otros equipos bélicos.
Además, el Ejército ruso destruyó cuatro helicópteros, 264 vehículos aéreos no tripulados y 424 unidades de equipos automovilísticos, enumeró.
Por su parte, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, declaró que las pérdidas de Kiev son «significativas» y que las tropas ucranianas «disminuyeron su actividad». El jefe de Defensa rusa señaló que a lo largo de 2023 Occidente entregará a Ucrania 250 tanques, incluidos unos 120 Leopard y 31 Abrams, pero estos suministros no afectarán «significativamente» al desarrollo de la operación militar especial.
Paralelamente, Shoigú aseguró que, para finales de junio, Rusia creará un ejército y un cuerpo de ejército de reserva y se recibirán más de 3.000 unidades de equipos bélicos.
A su vez, Putin expresó que aunque Occidente puede seguir suministrando equipos a Kiev, «la reserva de movilización no es ilimitada». «Parece que los aliados occidentales de Ucrania decidieron realmente luchar contra Rusia hasta el último ucraniano», lamentó.
Este miércoles, el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, admitió en una entrevista con el canal británico BBC que la contraofensiva de Kiev va «más lenta de lo deseado». «Algunos creen que es una película de Hollywood y esperan resultados ahora. No lo es. Lo que está en juego es la vida de personas», dijo.
