Santiago, 24 jun (Sputnik).- Las autoridades chilenas decretaron el viernes estado de alerta roja en Santiago y varias ciudades de la zona central del país, debido a un frente de mal tiempo con lluvias constantes durante varias horas.
Santiago está muy preparado para un terremoto, con excelentes construcciones antisísmicas y posee efectivas estrategias en casos de emergencia ambiental, pero uno o dos días de lluvias intensas son suficientes para hacer colapsar la ciudad. El viernes se han registrado aumento de cauces de ríos y desbordes, el Gobierno gestionó evacuaciones en localidades inundadas y decenas de rutas y caminos quedaron inutilizados.
Lo primero que se inunda es la zona cordillerana. Las comunas más cercanas a Los Andes sufren por los desbordes de los ríos que bajan de los deshielos, principalmente del Río Maipo, y se producen las anegaciones. Muchos barrios de las comunas de San José de Maipo, Puente Alto y La Florida fueron desalojados y las autoridades guiaron la evacuación de cientos de damnificados a lugares secos.
La preocupación central de las autoridades no solo es el agua que sale de los ríos, sino el riesgo de rodados y activación de quebradas, pues el líquido produce aluviones de tierra y sedimentos que pueden provocar eventos más trágicos aún.
El Mapocho, el río que atraviesa la zona central de Santiago, registró un inusual aumento de su cauce. Cientos de personas se congregaron en la orilla y en los puentes que lo cruzan para presenciar el espectáculo, pero las autoridades hicieron un fuerte llamado a no acercarse por un posible desborde.
La otra consecuencia es el corte del servicio de distribución de agua potable. El desborde de los ríos cordilleranos enturbian el agua en los embalses y las compañías cierran las llaves de paso para evitar contaminación. A las 14:00 horas (18:00 GMT), el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, dijo en conferencia de prensa que aún queda 63 por ciento de la reserva de agua, pero afirmó que si las precipitaciones siguen se deberá cortar el suministro para todo el sector norte, centro, sur y este de Santiago.
A las 20:00 horas (00:00 GMT) el Ejecutivo tomará la decisión de cortar o no el agua potable, lo que dejará a unos seis millones de personas en la ciudad sin el vital elemento.
¿Por qué colapsa Santiago?
La capital chilena no está preparada para recibir mucha agua en poco tiempo y las causas, según un estudio de la Universidad San Sebastián, son varias falencias en materia estructural y arquitectónica.
Los colectores de agua de lluvia en las calles están subdimensionados. No fueron diseñados correctamente para recibir precipitaciones, sino otro tipo de líquidos como aguas residuales y desechos. Además, no existen programas eficaces para limpiarlos y generalmente en invierno están llenos de hojas y basura.
El estudio también señala que muchas veces los municipios no se preocupan de leer los planos originales de las vías cuando asfaltan o repavimentan, por lo que a veces tapan los sumideros de aguas lluvias.
La expansión de la urbe hacia los sectores cordilleranos es cada vez mayor, aumentando el cemento y reduciendo la superficie de suelo de tierra que permite absorber la lluvia.
También se advierte de las deficiencias en materia de seguridad en la planificación urbana, afirmando que se le han otorgado demasiados permisos a las empresas inmobiliarias para construir en zonas de riesgo de deslizamientos de tierra o en orillas de ríos donde pueden producirse desbordes.
Por último, se menciona la intervención humana en el Mapocho, el principal brazo líquido de la capital. Originalmente el río tenía dos ramas, pero desde principios del siglo pasado que las autoridades vienen realizando obras de canalización para que todo el cauce fluya al costado de la Alameda, la avenida central de Santiago, pero es sabido que la naturaleza tiende a abrirse caminos. (Sputnik)
