Moscú, 23 Jun. (EUROPA PRESS) – El Ministerio de Exteriores de Rusia ha informado de que ha ampliado «significativamente» su ‘lista negra’ con representantes de las instituciones europeas y de sus Estados miembro en respuesta a la última ronda de sanciones aprobada por la Unión Europea, la undécima desde el estallido de la guerra.
Según ha detallado la diplomacia rusa en un comunicado, estas sanciones incluyen a representantes de organismos encargados de hacer cumplir la ley, organizaciones estatales y comerciales de los países de la UE, así como ciudadanos de sus Estados miembro que participen en el envío de suministros militares a Kiev.
Moscú también ha señalado directamente a aquellos representantes de estructuras europeas que sean responsables de imponer sanciones contra ciudadanos y entidades rusas y de «tratar de socavar las relaciones de Rusia con otros Estados»; así como a los parlamentarios de la UE que «promueven una agenda de confrontación».
«Confirmamos que cualquier acción hostil por parte de los países occidentales seguirá recibiendo una respuesta oportuna y adecuada», ha advertido el Ministerio de Exteriores ruso, respondiendo así al undécimo paquete de sanciones implementado este viernes por los países de UE como respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
«La Unión Europea sigue intentando presionar a Rusia a través de medidas restrictivas unilaterales (…) Consideramos tales acciones de la Unión Europea ilegítimas, y que socavan las prerrogativas internacionales del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», ha aseverado la diplomacia rusa.
La Unión Europea llegaron el miércoles a un acuerdo para una nueva ronda de medidas contra Rusia que incluye sanciones contra un centenar de individuos cercanos al Kremlin, más prohibición de exportación de tecnología a Rusia y un mecanismo para perseguir a empresas y terceros que ayuden a Moscú a sortear las restricciones.
Las sanciones y el mecanismo para perseguir a quienes ayuden a Moscú a eludir las medidas europeas estaban acordadas desde hace semanas solo pendientes de las reticencias de Grecia y Hungría, que piden a Ucrania que retire a sus empresas de la lista de patrocinadores de la guerra.