Luanda, 11 jul (Prensa Latina) Angola elevó su capacidad para diagnosticar el VIH-Sida y enfermedades como la tuberculosis y la malaria, inscritas entre las grandes endemias que asolan al país, fundamentó hoy la ministra de Salud, Sílvia Lutucuta.
Al término de un análisis gubernamental sobre el tema, la titular dijo a la prensa local que las mejoras en la infraestructura también comienzan a expresarse en la reducción de los indicadores de mortalidad y morbilidad.
De 2018 a 2022, fueron detectados 69 mil 261 nuevos casos de tuberculosis, para una disminución de 10 mil 739 frente al período de 2017 a 2019, ejemplificó la doctora Lutucuta, citada por la agencia Angola Press (Angop).
Desde 2019, abundó la experta, comenzó la curva descendente gracias a las medidas específicas para combatir la endemia, las cuales se vieron reforzadas a partir de 2020 por las acciones preventivas contra la pandemia de la Covid-19.
El Programa Nacional de Control de la Tuberculosis aseguró la ampliación de la red asistencial de 13 a 36 establecimientos en el período de 2018 a 2022, al sumar los servicios especializados en unidades nacionales, provinciales y municipales, explicó.
Durante el plazo en cuestión, abundó la ministra, el país completó la disponibilidad técnica en sus 18 provincias para diagnosticar la tuberculosis fármaco-resistente, mientras los municipios con servicios de atención pasaron de 111 a 155, lo que equivale a una cobertura nacional del 95 por ciento.
Al decir de la funcionaria, actualmente hay en Angola 310 mil pacientes bajo control asistencial a causa del VIH-Sida, de los cuales 190 mil son mujeres, para una tasa de prevalencia de dos puntos porcentuales.
El sistema de salud pública cerró 2022 con una capacidad de pruebas para el VIH-Sida superior a la existente en 2017, mientras los servicios del Programa de Prevención de la Transmisión Materno-Infantil del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) pasaron 650 a 881 en ese mismo lapso de tiempo, indicó.
De acuerdo con Lutucuta, entre los principales retos figuran la inclusión de las embarazadas y de las mujeres que viven con el VIH en proyectos sociales puestos en marcha por el Ejecutivo, así como el mayor acceso a los servicios de diagnóstico, tratamiento y atención para todos los niños expuestos antes de los dos meses de edad.
En cuanto al Programa Nacional de Lucha contra la Malaria, la ministra destacó la disminución de las muertes en más de un 50 por ciento durante el plazo de 2017 a 2019, mientras avanzó la distribución a las familias vulnerables de mosquiteros tratados con insecticida.
Además, la proporción de municipios con equipos para el control integrado de vectores pasó del 37 por ciento en 2018 al 73 por ciento el año pasado, en tanto, el porcentaje de embarazadas que reciben tratamiento preventivo contra el paludismo subió del 19 por ciento en 2017 al 50 en 2022, detalló la reseña de Angop.