San José, 14 jul (Prensa Latina) Una encuesta con 745 adolescentes y jóvenes entre 14 y 35 años sobre salud mental llevó adelante Unicef en Costa Rica, dirigida a conocer cómo vivieron el periodo post-pandemia, divulgó hoy la organización.
Hablemos de salud mental es el lema de la campaña impulsada por la plataforma digital Ureport y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Costa Rica, con el objetivo de conocer cómo vivieron niños, adolescentes y jóvenes su salud mental después de la pandemia de la Covid-19 y las acciones que, desde su propia visión, pueden ayudarles a generar mayor bienestar.
Para el Representante interino de Unicef, Francisco Javier Martos, esta consulta es relevante para la vida de miles de niñas, niños y adolescentes en Costa Rica, pues la Covid-19 puso en riesgo el bienestar de toda una generación.
Privó durante dos años a miles de niños, jóvenes y adolescentes de la presencia de sus amistades y compañeros e incluso antes de la pandemia, ya muchos niños, niñas y adolescentes llevaban la carga de las enfermedades mentales sin apoyo, subrayó.
La psicóloga e integrante de la Junta Directiva del Colegio de Profesionales en
Psicología Ingrid Arias, participante de la investigación, resaltó que es importante destacar la frecuencia con que los jóvenes manifiestan sus emociones como ansiedad, tristeza, emociones, pesimismo que tienen respecto a la visión de su futuro
Agregó que esos temas son de relevancia, pues ponen en evidencia que aún hay mucho por hacer especialmente con esta población.
Como parte del estudio, a la pregunta de cómo percibieron la salud mental durante los últimos tres meses, un 32 por ciento dijo entre bien o mal, un 27 por ciento respondió que mala, o muy mala el 10 por ciento, mientras 24 de cada 100 participantes dijeron que buena, 11 excelente y siete no estaban seguros.
Las personas jóvenes aseguraron en una proporción del 59 por ciento que sus relaciones personales se vieron afectadas negativamente por su salud mental, con alguna frecuencia en tres meses.
Sobre el lugar donde más les gustaría a estos grupos poblacionales aprender de salud mental, 53 de cada 100 nombró al centro educativo, 15 en las redes sociales, 12 en espacios comunitarios, 10 en la casa, cinco en otras instituciones públicas, tres en la televisión y dos en otro lugar.
Al investigar sobre las posibles soluciones, uno de los aportes de las personas jóvenes fue crear conciencia sobre la importancia de la salud mental mediante charlas, campañas, conversaciones en centros educativos.