sábado 27, abril 2024
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Las milicias callejeras calientan motores

De cal y arena

En la historia de los partidos políticos latinoamericanos hay casos dramáticos. El peor es el tránsito histórico del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de México, que pasó de ser el gigante dominante e invencible de la política por décadas y más décadas, a ser un fantasma. Hoy sus soportes no le dan más aire que para disputar una senaduría o una diputación por aquí y por allá; hoy se ha montado en el carrousel de una alianza con el PAN y el PRD, a ver qué pasa.

En Costa Rica, partidos históricos como Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana (cuya denominación y ropaje ha variado sin sonrojo), emulan al PRI. Y, lo peor, sin escarbar a fondo los orígenes de sus infortunios: don Abel Pacheco fue el último candidato presidencial del PUSC que recibió la unción del electorado  en 2002; doña Laura Chinchilla fue la última liberacionista escogida para la presidencia de Costa Rica en 2010. ¿Por qué la mayoría de los votantes no ha sentido motivo ni razón para renovarles la confianza?.

Hoy vemos a ambos partidos desgastándose en pujas internas que evidencian que su fragor los distancia de la necesidad de priorizar la satisfacción de las necesidades que proclama el electorado, pujas esas con un  alcance limitado, muy propias de

visiones localistas a la medida de los intereses que cultivan en su reino los caciques cantonales.  ¡Quien siembra vientos, cosecha tempestades!.

Ahí están esos fantasmas políticos quemando cartuchos a diestra y siniestra en un enfrentamiento descarnado con el presidente Chaves Robles, enfrentamiento que en muchos episodios evidencia los síntomas de un grave extravío de las artes de la política. Es un comportamiento curioso, determinado por un pequeño número de diputados (por cierto muy desgastados y demeritados) cuyas velas se inflan por lo que el presidente de la República haga o deje de hacer; en modo alguno por los sentimientos del grueso del electorado.

No es que la administración Chaves –que apenas alcanza los 14 meses de gestión- ha dado cabal respuesta a los sentimientos de quienes le votaron. No!. La verdad es que la economía sigue sofocada y que apenas muestra leves indicios de recuperación; de ahí esos lacerantes índices del desempleo;  la pobreza golpea con rigor a grandes segmentos sociales;  la inseguridad ciudadana sigue creciendo desafiante;  las limitadas medidas correctivas de los factores incidentes en los precios, dejan ver pocos efectos –o casi ninguno- pues topan de frente con los gigantes que esperaban a don Quijote y que hoy dominan las estructuras oligopólicas que imponen los precios en los alimentos y servicios. Sin embargo, “el caballero andante” mantiene buenos índices de respaldo y simpatía en las encuestas. En contraste con las penosas cifras que flagelan la labor de los diputados, singularmente de los partidos que se desgastan en arremeter contra

Chaves Robles con  el hígado y no con el cerebro. Así no van a recuperar el favor del electorado porque….

….el descontento, la desconfianza, la incredulidad persiste respecto de esos partidos tradicionales. De ahí que las trincheras excavadas en la Asamblea Legislativa para disparar desde ahí contra Chaves ¡cuidado si no van a ser sus fosas!.

No es que el capital  que está presente en las tiendas de don Rodrigo mantenga ad infinitum las estimulantes cifras que ha venido mostrando. Bien puede desplomarse, según pase el tiempo sin que su gestión de gobierno dé cabal satisfacción a las demandas de ese tan amplio espectro que le ha  venido apoyando.

El mandatario corre un alto riesgo de perder caudal. En él está emprender un esfuerzo para construir los puentes con quienes en distintos partidos sí manifiesten coincidencias, lejos del bizqueo en los objetivos y del veneno que alimenta sus críticas a Chaves. Ello demanda cambios de enfoque, cambios de conducta, cambios de estrategia. En unos y en otros: en el presidente y en quienes determinen la marcha de los partidos de inspiración democrática. Entiendo y justifico que el gobernante no quiera tender puentes con quienes acusen inspiraciones de baja ralea.

Si no surge el concierto de voluntades que ponga en marcha las respuestas idóneas, realistas y sostenibles a los grandes y graves problemas que padece esta sociedad, pueden sobrevenir tiempos de caos.

Que es –precisamente- lo que algunos pueden estar atizando. Hay combustible acumulado. Hay resentimientos para cobrar. Hay gollerías que defender. Los grupos de presión y los mandos medios que tan decididamente marcan el paso de los órganos del Estado, se aprestan a obstruir hasta el máximo posible, el saneamiento de las finanzas públicas.

También se nota que hay un plan de acción política cautelosamente montado y reservado. No hay que engañarse: las milicias callejeras existen; soterradas, ciertamente, pero existen. Y organizadas para introducir en la gestión de las agencias de gobierno y de los partidos de vocación democrática, una especie de anarquismo. Los conatos de incendio del “combo ICE”, el TLC, los choques de 2018, los incidentes de estos tiempos en que la CCSS no es más que un pretexto (idóneos, por cierto, para “calentar motores”) sirven como ejercicio táctico.

Nada de este montaje de incidentes  va a dar solución a una realidad cruda, dura, alarmante, como la que aludió el ex Arzobispo de San José, Mons. Hugo Barrantes, cuando advirtió que nuestro país está sumido en un conflicto derivado de segmentos sociales ricos unos, pobres otros e ignorados los demás.

Tiempo atrás, aquí en estos  mismos espacios escribió el Dr. Rogelio Arce Barrantes: “…estamos ante el coctel perfecto para iniciar la anarco-revolución que le rendiría enormes frutos a Maduro y a Ortega”.

Viene con sentido de pertinencia lo dicho por el ex ministro y ex diputado Rodolfo Méndez Mata: “La actual situación política y social del país no le conviene a nadie. Es necesario que la Presidencia de la República se reposicione a fin de superar la presente coyuntura caracterizada por la crispación social y el debilitamiento político e institucional del Gobierno de la República”.

(*) Lic. Álvaro Madrigal Castro es Abogado y Periodista

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7 COMENTARIOS

  1. Chaves tiene mucho de culpa.
    Yo puedo opinar que Carlos Alvarado no fue un buen presidente,pero es un hombre de buenos sentimientos.Por el contrario,Chaves se presenta como una persona que denota malos y bajos sentimientos.Esa es la impresion que deja con sus insultos,muecas,trato y cambios de voz ante las camaras y con su planilla.
    No creo que llegue muy largo con esa pobre personalidad,siendo nosotros los costarricenses los mas afectados, pues sera poco lo que lograra hacer.
    Mal representante del costarriqueñismo.

    • Un nefasto y terrorista gobernante como Carlos el varado no puede tener buenos sentimientos ,si ha perjudicado a todo un pueblo ,o ¿será que los buenos sentimientos es solo para la familia y los compitas ?,,se tiene buenos sentimientos cuando se ama a todo el mundo no a unos cuantos ,
      Que terrible es leer a gente como usted ,que por ideologías políticas perdieron los principios morales y espirituales….Y del Chancho de Chaves recuerde que su amiguito Carlos Alvarado fue el que lo trajo a este país, nos hizo una mala jugada en traer otro títere de la élite para joder al país .

  2. Me parece que quizas se refiere a Tolomeo, el acosador inteligente que sabe ser popular y utilizar y manipular a los otros para que sigan sus órdenes. Esta a un paso de traer a DeSantis (florida) de asesor.
    Shalom

  3. A veces lo siento un poco despistado, en su afán de justificar a Chaves, deja pasar los grandes errores del señor presidente. No veo veneno en los diputados, veo respuesta mesurada, al veneno, el odio, la venganza y el desquite de quien intenta gobernar a base de aupar a la parte más ignorante de nuestro pueblo.
    Teme usted que el presidente decaiga, ya va cuesta abajo y si no fuera por su ejército de Trolles, estaría en el suelo.
    Señor usted que juega de intelectual, no me convence, sigue en su afán de defender a un señor, que parece un extranjero aterrizado por accidente, que no conoce su país y que se afana en saltarse todas las normas jurídicas. Perdone pero no es la AL, la que debilita nuestro sistema, es el que pretende gobernar, lanzando bombas a todo lado y orquestando un grupo de corrupción para asaltar a la república.

  4. Decide el pueblo el trabajador costarricense organizarse y manifestarse en las calles en contra de la privatización de la salud, la educación, el ICE, los bancos y a exigir respeto por el Código de Trabajo y las Garantías Sociales, mucho de esto logrado en la década de los 40 por los comunistas con aliados como Víctor Sanabria, Calderón Guardia y otros, luchando en las calles, bananeras y donde existieran trabajadores explotados y oprimidos.

    Y al momento saltan los de siempre, los asustadores asustados, los que pretenden asustar con la vaina vacía, los que siempre han tenido la Constitución de Costa Rica guindando de un clavo en el excusado, los que no chistaron cuando Oscar Arias salió con su matráfula para reelegirse presidente (inconstitucional), los que nunca dijeron nada durante el TLC cuando llegaban aquí grandes cantidades de dinero del exterior, para pagar propaganda y lo que hubiera que pagar en favor del SI; cuando el Embajador gringo iba a pueblos alejados a hacer propaganda en favor de ese tratado, esto prohibido por nuestras leyes y las de ellos (inconstitucional), los que no dicen nada del montaje de una base militar yanki en Flamingo, Guanacaste (inconstitucional) esa Constitución que los anteriores y Chaves pisotean todos los días, ya conocemos su alharaca y no asustan a nadie.
    Julio César Madrigal Mora
    401150225

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