Ciudad de México, 21 jul (Sputnik).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió este viernes a la fundadora de las Abuelas de la Plaza de Mayo de Argentina, Estela de Carlotto, organización que busca a personas desaparecidas durante la última dictadura militar en el país sudamericano.
«Nos da muchísimo gusto que esté con nosotros, es un símbolo de la resistencia de la defensa de los derechos humanos» en América Latina y el mundo, «de quienes padecen, sufren, por el autoritarismo», dijo el jefe de Estado en la presentación durante su conferencia de prensa cotidiana.
La hija de Carlotto fue secuestrada y desaparecida en 1977 cuando estaba embarazada y la abuela logró encontrar a su nieto en 2014, un músico y pianista registrado en adopción como Ignacio Hurban, quien ahora tiene como nombre Ignacio Montoya Carloto.
«Que nunca más vuelva el fascismo a nuestra América, por eso nos da mucho gusto que esté aquí con nosotros, es algo muy especial», dijo el jefe del Ejecutivo mexicano en Palacio Nacional, residencia oficial, al invitar al estrado a la emblemática luchadora social de 92 años, quien fue acompañada por el embajador argentino Carlos Tomada.
De Carlotto dijo a su turno que la actual crisis de miles de personas desaparecidas que vive México también la padeció Argentina.
«Lo que está pasando en este país de bueno o de malo -porque así es la vida-, también lo vivimos en la Argentina los argentinos», dijo la representante de las abuelas y madres que buscan a desaparecidos.
De Carlotto llegó acompañada por su hija Claudia y Victoria Montenegro, una nieta que fue encontrada en la larga búsqueda de personas desaparecidas.
«México no es un país hermano, es hermanísimo. Aquí han recibido exiliados para salvarles la vida. Venimos a México y encontramos un nieto, lo llevamos con su papá a la Argentina», recordó la activista en su breve mensaje.
Finalmente, la nonagenaria expresó que continuará su lucha social, así sea con bastón o en silla de ruedas, mientras su corazón lata.
La búsqueda de los nietos que faltan también va acompañada del reclamo de «castigo y justicia, no venganza, pero sobre todo no olvidar», terminó su mensaje.
Poco antes, al entrar a la sede del Ejecutivo, la presidenta de las Abuelas dijo que en México hay una diferencia notable, al mencionar como ejemplo los 42 jóvenes estudiantes de magisterio rural de la escuela normal de Ayotzinapa, desaparecidos desde septiembre de 2014.
«Es de años y es otro tipo de dolor, porque hay sectores donde prácticamente como pasó con los estudiantes (de Ayotozinapa) la gente desaparece. En Argentina eso ya no pasa (…); yo deseo que el Presidente no abandone a su pueblo en esto», dijo en una breve declaración a periodistas.
Durante la última dictadura de Argentina en los años 1970, desaparecieron más de 400 bebés de madres detenidas ilegalmente o asesinadas, y más de 130 han sido encontrados por sus abuelas.
En México, el jueves fue reportada la desaparición de la madre que buscaba a su hijo, Catalina Vargas, de 60 años, en León, estado de Guanajuato, quien fue vista por última vez en esa ciudad del centro del país el 17 de julio.
El 18 julio pasado, el Colectivo Amor a los Desaparecidos reportó el hallazgo de los cuerpos de al menos 27 personas, enterrados en una docena de fosas clandestinas con restos óseos humanos en la ciudad de Reynosa, estado de Tamaulipas, noreste de México.
Según cifras oficiales, en el país latinoamericano hay más de 110.000 personas desaparecidas, 95 por ciento de ellas desde 2006 a la fecha, producto de la violencia del crimen organizado.
En la administración del presidente López Obrador se contabilizan en los registros de búsqueda más 31.500 casos de desaparición, desde diciembre de 2018 a mayo de 2022. (Sputnik)
