lunes 29, abril 2024
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El Papa expresa un «gran dolor» por su «querida Ucrania»

Lisboa, 6 Ago. (EUROPA PRESS) – El Papa Francisco ha expresado este domingo, durante el Ángelus desde Lisboa (Portugal), su «gran dolor» por la «querida Ucrania» que «sigue sufriendo tanto» por la guerra.

«De manera particular, acompañamos con el afecto y la oración a quienes no han podido venir a causa de conflictos y guerras. En el mundo son muchas guerras. Pensando en este continente, siento un gran dolor por la querida Ucrania, que sigue sufriendo tanto», ha subrayado el Pontífice.

El Papa ha rezado desde Lisboa, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), tras la misa de envío en la que han participado un millón y medio de peregrinos de todo el mundo.

El Pontífice ha compartido con los jóvenes un «sueño» que lleva «en el corazón»: «El sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz, viven en paz y construyen un futuro de paz».

En este sentido, ha encargado a los jóvenes que, de regreso a casa, tras pasar estos días en la JMJ de Lisboa, «sigan rezando por la paz» porque, tal y como les ha dicho, ellos, con sus diferentes nacionalidades y lenguas, son la demostración de que «pueden unir en lugar de dividir», un signo de paz. «Son la esperanza para un mundo diferente, gracias, sigan adelante», ha remarcado Bergoglio.

Antes de despedirse, el Papa ha mostrado su agradecimiento, con un «obrigado» –gracias, en portugués– a todos los que han participado y han hecho posible la JMJ de Lisboa, desde la Iglesia de Portugal hasta el pueblo portugués, pasando por las autoridades, obispos sacerdotes, consagrados, laicos, voluntarios, jóvenes, a Juan Pablo II «que dio vida» a estos eventos católicos y a la ciudad de Lisboa «que permanecerá en la memoria de estos jóvenes como casa de fraternidad».

Además, a los jóvenes, les ha invitado a guardar en «su mente y su corazón» los «momentos más hermosos» de estos días para revivirlos cuando lleguen los momentos «de cansancio inevitables» y corran la «tentación de encerrarse en sí mismos».

También ha recordado a los jóvenes que no han podido estar presentes en Lisboa pero han participado en iniciativas de sus países, con un recuerdo especial para «los subsaharianos reunidos en Tánger». Igualmente, ha dado las gracias a los abuelos por ser las «raíces» de la fe.

Finalmente, el Papa también ha rezado por «las víctimas de la trágica avalancha en Georgia» y ha transmitido su «cercanía» a sus familiares, pidiendo a la Virgen que les «consuele» y «sostenga» el trabajo de los equipos de rescate; y ha mostrado su cercanía a su «hermano», el patriarca Elías II.

Homilía del Papa Francisco en la Misa de clausura de la JMJ Lisboa 2023

Con la  celebración de la Santa Misa de la Transfiguración en el Parque de Tejo —Campo de la Gracia—, concluyen los actos de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Lisboa.

El Papa Francisco invitó a los jóvenes a resplandecer, escuchar y no tener miedo. A continuación, les ofrecemos el texto completo de su homilía:

“Señor, ¡qué bien estamos aquí!” (Mt 17,4). Estas palabras, le dijo el apóstol Pedro a Jesús en el monte de la Transfiguración, y también las queremos hacer nuestras después de estos días intensos. Es hermoso lo que estamos experimentado con Jesús, lo que hemos vivido juntos y es hermoso cómo hemos rezado, con tanta alegría de corazón. Y entonces nos podemos preguntar: ¿qué nos llevamos con nosotros volviendo a la vida cotidiana?

Quisiera responder a este interrogante con tres verbos, siguiendo el Evangelio que hemos escuchado: ¿qué nos llevamos? Resplandecer, escuchar y no tener miedo. ¿Qué nos llevamos? Respondo con estas tres palabras: resplandecer, escuchar y no tener miedo.

Primera: Resplandecer. Jesús se transfigura. El Evangelio dice que “su rostro resplandecía como el sol” (Mt 17,2). Hacía poco que había anunciado su pasión y su muerte en la cruz, y con esto rompía la imagen de un Mesías poderoso, mundano, y frustra las expectativas de los discípulos. Ahora, para ayudarlos a recoger el proyecto de Dios sobre cada uno de nosotros, Jesús toma a tres de ellos —Pedro, Santiago y Juan—, los conduce a un monte y se transfigura y este baño de luz los prepara para la noche de la pasión.

Amigos, queridos jóvenes, también hoy nosotros necesitamos algo de luz, un destello de luz que sea esperanza para afrontar tantas oscuridades que nos asaltan en la vida, tantas derrotas cotidianas, para afrontarlas con la luz de la resurrección de Jesús. Porque Él es la luz que no se apaga, es la luz que brilla aun de noche. Nuestro Dios ha iluminado nuestros ojos, dice el sacerdote Esdras. Nuestro Dios ilumina: Ilumina nuestra mirada, ilumina nuestro corazón, ilumina nuestra mente, ilumina nuestras ganas de hacer algo en la vida, siempre con la luz del Señor. Pero quisiera decirles que no nos volvemos luminosos cuando nos ponemos debajo de los reflectores. No, eso encandila. No nos volvemos luminosos. No nos volvemos luminosos cuando mostramos una imagen perfecta, bien prolijitos, bien terminaditos, no, no. Aunque nos sintamos fuertes y exitosos. Fuertes, exitosos pero no luminosos. Nos volvemos luminosos, brillamos, cuando acogiendo a Jesús aprendemos a amar como Él. Amar como Jesús, eso nos hace luminosos, eso nos lleva a hacer obras de amor. No te engañes, amiga, amigo: vas a ser luz el día que hagas obras de amor. Pero cuando en vez de hacer obras de amor hacia afuera, mirás a vos mismo como un egoísta, ahí la luz se apaga.

El segundo verbo es escuchar. En el monte, una nube luminosa cubrió a los discípulos, y qué, esa nube desde la cual habla el Padre, ¿qué dice? Escúchenlo, este es mi Hijo amado, escúchenlo.

Y está todo aquí, y todo eso que hay que hacer en la vida está en esta palabra: Escúchenlo. Escuchar a Jesús. Todo el secreto está ahí. Escuchá qué te dice Jesús. Yo no sé qué me dice, agarrá el Evangelio y lee lo que dice Jesús y lo que dice en tu corazón, porque Él tiene palabras de vida eterna para nosotros, Él revela que Dios es Padre, es amor. Él nos enseña el camino del amor, escuchalo a Jesús porque por ahí nosotros con buena voluntad emprendemos caminos que parecen ser del amor pero en definitiva son egoísmos disfrazados de amor. Tener cuidado con los egoísmos disfrazados de amor. Escuchalo, porque Él te va a decir cuál es el camino del amor. Escuchalo.

Resplandecer, la primera palabra, sean luminosos, escuchar para no equivocarse el camino y al final la tercera palabra: No tener miedo. No tengan miedo.

Una palabra que en la Biblia se repite tanto, en los Evangelios: no tengan miedo.

Estas fueron las últimas palabras que en ese momento de la Transfiguración, Jesús le dijo a los discípulos “no tengan miedo”.

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1 COMENTARIO

  1. Más dolor podría tener nuestro Papa con lo que sucede, a vista y paciencia de la comunidad mundial, la muerte, robo territorial, genocidio palestino, mientras aquel otro israelí con Ucrania pone en el filo de la navaja el exterminio mundial del planeta. Seamos realistas. Europa y los neoliberales súper millonarios en general no quieren entender el nuevo cambio multipolar. Ya África, Asia y América se revelan, y quieren su real, verdadera libertad, soberanía y derechos a ser tratados como iguales. La explotación de riquezas sin límites y eterna no puede prevalecer, ante sus pueblos en miseria.

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