sábado 4, mayo 2024
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Los demócratas debemos redoblar esfuerzos

Columna Poliédrica

Ha aparecido en el firmamento el hombre “fuerte” que muchos anhelaban en Costa Rica. Lo peor es que uno escucha, en gente con cierta formación académica y que uno consideraba con un criterio digno de ser considerado, un aval a ese tipo de retórica de “outsider”; para decirlo en clave histórica, parecieran romanos del siglo primero antes de nuestra era que, ansiosos, esperan que Cayo Julio César proceda a cruzar el Rubicón e imponga su mano fuerte a la institucionalidad romana o en nuestro caso, a la institucionalidad costarricense.

Los que así piensan desconocen años y años de historia tratando de evitar que ese tipo de situaciones se den en las diferentes sociedades humanas. El desarrollo que desde la Modernidad occidental se ha dado en relación con los Derechos de las personas, ha sido una lucha para evitar la arbitrariedad en el ejercicio del poder; todo lo que se ha construído desde aquella época y hasta nuestros días, ha tenido como principal objetivo limitar el poder que se ejerce por medio de las estructuras de gobierno (políticas, económicas, sociales) contra los miembros de una determinada sociedad.

Quienes así piensan no han entendido el sacrificio, en vidas humanas, que ha implicado el desarrollo de la democracia entendida como forma de gobierno. El simple hecho de entender que la soberanía reside en el pueblo y no en el Rey o el Monarca, supuso revoluciones y muchos muertos; parece mentira que haya personas que crean en esos discursos mesiánicos, sin embargo, para desgracia de todos, existe una tendencia a dar cabida a ese tipo de demagogia.

Los problemas de la democracia no se arreglan renunciado a los postulados básicos que la han estructurado. No se trata de volver a darle vuelta al principio de soberanía popular para decir que ahora le vamos a otorgar a un individuo la posibilidad de gobernar con mano dura. Tampoco es conveniente renunciar a nuestra responsabilidad en la toma de decisiones y dejarle a una persona el espacio para que adopte decisiones sin ningún tipo de limitación.

La democracia, tal y como la hemos entendido hasta la actualidad, es necesario reformarla. Ahora bien, reformarla no supone eliminarla como algunos quisieran; al contrario, los demócratas debemos hacer un ejercicio profundo de reflexión para proponer y lograr acuerdos que permitan al régimen democrático funcionar adecuadamente.

Cuando veo lo que está pasando en Costa Rica y en el Mundo, irremediablemente, recuerdo las palabras que Erich Fromm escribió en el último párrafo de su obra clásica, “El Miedo a la Libertad”:

“(…) Actualmente el hombre no sufre tanto por la pobreza como por el hecho de haberse vuelto un engranaje dentro de una máquina inmensa, de haberse transformado en un autómata, de haber vaciado su vida y haberle hecho perder todo su sentido. La victoria sobre todas las formas de sistemas autoritarios será únicamente posible si la democracia no retrocede, asume la ofensiva y avanza para realizar su propio fin, tal como lo concibieron aquellos que lucharon por la libertad durante los últimos siglos. (…)” Fromm, 1985, p.302.

Los democrátas requerimos redoblar esfuerzos para no sucumbir ante los cantos de sirena de los demagogos. Se trata de un apostolado que, en no pocas ocasiones, requiere nadar en contra de la corriente.

 (*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columna poliédrica.blogspot

 

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4 COMENTARIOS

  1. Ciertamente , sería terrible olvidar que , el bienestar que hoy disfrutamos , gracias poder ejercer nuestras libertades individuales,
    nuestro derecho a decidir , nuestra libertad de pensamiento y la declaracion de los derechos humanos; es el producto del gran sacrificio de muchos hombres y mujeres , que fueron perseguidos , encarcelados , torturados , quemados en hogueras y asesinados de la peor forma. Es así que , tenemos que estar muy atentos a estos políticos con infulas mesianicas , populistas , politiqueros manipuladores , y a los que pretenden gobernarnos con sus libros sagrados como escudo. Si bien tenemos mucho que mejorar en nuestra gobernanza del país , tiene que primar siempren el respeto al individuo y a nuestra constitución .
    .

  2. Excelente comentario. Los verdaderos demócratas no podemos dejar que sigan ocurriendo los ataques a la democracia. Hay algunos que seducidos por los cantos de sirena populistas están dispuestos a vender su libertad y la nuestra a cambio de una funcionalidad que no es otra cosa que puro populismo, porque eso no se puede lograr ni se debe lograr a precio de perder nuestras libertades y efectivamente todo lo logrado con luchas que han valido sangre.
    Estemos dispuestos todos a trabajar en vez de delegarle a un autonombrado mesías, ejercer el gobierno de nuestra sociedad.

  3. La libertad no es libertinaje. El conocido cóctel molotov de los progres jamás podrá ser tragado mansamente, por los ciudadanos libres, soberanos e independientes para imponer dentro de una supuesta verdadera democracia, sus aberraciones, intolerancia a la familia y exterminador de nonatos, seres humanos y creyentes. Que la mafia política tenga a bien aceptarlos, por tener su techo de vidrio por miedo a las altas autoridades que ejercer el global poder, no es de recibo, donde los ingredientes han sido, corrupción y más corrupción por todas partes. Ante ello, el camino del ciudadano votante es optar por una salida, la cual podría transformar en una verdadera democracia nuestra Costa Rica. Bien entendemos que los camuflados interesados en seguir en más lo mismo, quieran hoy anular al corriente y popular ciudadano, el cual la pobreza es su principal, vital problema y tiene el inalienable derecho de ejercer su derecho a escoger y cambiar. Ya estamos saciados de los añejos mercenarios políticos y jerarcas que, utilizando su poder, viven como reyes, mientras las mayorías recogen las migajas. Escudarse en pregonar hacia una real democracia, mientras el sistema internacional se hunde por su ineptitud en resolver la debacle mundial, es una razón harto evidente de que los cambios deben buscarse. Claro, sin entregar nuestros bienes a las garroteras mundialistas e intereses privados. Este, un ineludible prerrequisito para los futuros y nuevos políticos por venir.

  4. Si se tratara de Daniel Ortega, Fidel Castro o Hugo Chavez la democracia no importa tanto, pero cuando hablamos de Costa Rica y de Rodrigo Chaves que en nada se parece a esos otros entonces ya es otra historia. Por dicha ya estamos acostumbrados a ese doble discurso sin sentido.

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