sábado 27, abril 2024
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La era de ebullición global: ¿a la vuelta de la esquina o ya está aquí?

Moscú, 14 ago (Sputnik).- El pasado mes de julio se convirtió en el más caluroso registrado en la Tierra, superando en 0,33 grados Celsius el récord anterior de julio de 2019. Los científicos europeos alertan que este récord puede tener consecuencias nefastas tanto para las personas como para un planeta sometido a fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos.

La Organización Meteorológica Mundial, en una de sus últimas previsiones, advirtió que las temperaturas globales pueden alcanzar niveles récord en los próximos cinco años.

A ello, según el organismo internacional, contribuyen un factor antropogénico, los gases de efecto invernadero, y otro natural, el cambio de fase de las corrientes oceánicas de La Niña a El Niño (fenómeno climático que ocurre cuando las aguas del Pacífico central y oriental se hacen más cálidas de lo habitual).

El aumento de las temperaturas es una de las consecuencias peligrosas del cambio climático. Además de provocar fenómenos extremos como olas de calor, sequías e incendios, entraña muchos riegos para la salud y la economía. En particular, según expertos, el impacto de las temperaturas extremas podría suponer más del 50 por ciento del coste económico total que ocasionará el cambio climático en un plazo de siete años.

En opinión del secretario general de la ONU, António Guterres, «el cambio climático está aquí».

«Es aterrador. Y es apenas el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado», alertó.

Sin embargo, Guterres no se muestra tan pesimista y todavía considera posible alcanzar el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados, previsto en el Acuerdo de París, que busca mantener la subida de la temperatura global en el siglo XXI por debajo de los dos centígrados con respecto a los niveles preindustriales.

Otros récords

Además de las altas temperaturas, el planeta se ve sacudido también por unas inundaciones sin precedentes. Recientemente el desastre natural de ese tipo ha afectado dos tercios del territorio de Eslovenia. En una sola noche, el país europeo recibió más de 200 litros de lluvia por metro cuadrado en apenas 12 horas, lo que se considera un máximo histórico. La Unión Europea anunció que otorgará unos 400 millones de euros para mitigar las consecuencias de las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales.

La región europea no es la única que sufre el impacto de las inundaciones. La capital china, Pekín, también cayó bajo el poder de ese desastre natural, batiendo los récords de 140 años.

Las inundaciones en Pekín son consecuencia de las lluvias torrenciales traídas por el tifón Doksuri, que junto con otra tormenta, llamada Khanun, sigue su paso con intensas lluvias y fuertes vientos por varios países de la región como Filipinas, Japón, Taiwán, Corea del Sur, entre otros.

Los tifones, según expertos y especialistas en el tema, tienen una relación directa con el problema del cambio climático. Este último provoca el aumento de la temperatura de los océanos y eso incrementa el número de estos fenómenos meteorológicos, su fuerza e intensidad.

Y no son las únicas consecuencias del cambio climático. Las altas temperaturas de las que se ha dicho antes, surgen otro problema importante. Los incendios.

En julio pasado, el calor anómalo combinado con vientos fuertes provocó decenas de incendios peligrosos en la región mediterránea, lo que llevó a la evacuación de miles de personas en países como España, Grecia, Italia, Portugal y Turquía.

En lo referente a América Latina, las altas temperaturas junto con la falta de precipitaciones se tradujeron en otro fenómeno climático severo, la sequía. Según la organización científica Fundación iO, más de 100.000 habitantes de Cuba actualmente se encuentran sin agua corriente debido a la sequía.

El Gobierno de Uruguay, a su vez, declaró la emergencia hídrica por la peor sequía de los últimos 100 años. La escasez de lluvias provocaron que las reservas de agua dulce para abastecer a la zona metropolitana, donde viven dos tercios de la población, estén en estado crítico.

A pesar de que dichos fenómenos naturales son típicas para algunas de las mencionadas regiones, los expertos señalan la frecuencia e intensidad crecientes de estos eventos en 2023.

¿Cómo paliar los efectos del Cambio Climático?

El cambio climático que se manifiesta en calor extremo, devastadoras inundaciones, severos tifones, incendios y sequías constituyen un motivo de preocupación para todo el mundo. Y lo más importante, ¿qué se puede hacer para combatir la crisis climática? En realidad, hay muchas formas de hacerlo, tanto a nivel de Gobiernos, como al de vida cotidiana.

Así, los Gobiernos se comprometen con las metas del ya mencionado Acuerdo de París, adaptando su legislación para acelerar el avance de transición hacia los proceses «verdes». Aunque a veces el proceso avanza con éxito variable, el tema sigue siendo uno de los centrales en las políticas de la mayoría de los países del mundo.

A nivel de la sociedad, cada uno de nosotros es libre de elegir cualquier forma de tomar acción en este ámbito, siguiendo el ejemplo de los activistas climáticos o inclinándose hacia los métodos menos radicales. De nosotros depende el desarrollo armónico de la vida en el planeta. Debemos encontrar la manera de que nuestras actividades dejen una menor huella ecológica. Cada uno de nosotros es capaz de coger el bus en vez del coche, no tirar papeles al suelo, reciclar, reusar y reducir, cuidar el agua y apagar las luces cuando no sean necesarias. (Sputnik)

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