Niamey, 18 Ago. (EUROPA PRESS) – El cierre de fronteras y del espacio aéreo tras el golpe militar perpetrado en Níger en julio ha llevado al límite la presión en una serie de centros donde los migrantes reciben ayuda y esperan un traslado voluntario a otros países, ha alertado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Más de 60.000 migrantes cruzaron Níger en la primera mitad del año para tratar de llegar a otras zonas, en su mayoría rumbo al norte de África e incluso el sur de Europa. La OIM dispone de siete centros de tránsito en puntos estratégicos de esta ruta, repartidos en las zonas de Agadez y Niamey.
En estas instalaciones ya hay unas 5.000 personas, mientras que unos 1.800 más se agolpan fuera. En estos centros recalan quienes quieren acogerse a operaciones de retorno voluntario a sus respectivos países, pero todos los vuelos han sido pospuestos o incluso cancelados hasta nuevo aviso.
Sólo en diez días, se han anulado vuelos previstos para más de mil migrantes, en su mayoría de Malí o Guinea, ha advertido la organización, que teme que la saturación de los centros termine pasando factura en cuestiones de sanidad o seguridad.