Ciudad de Guatemala, 5 sep (Sputnik).- El proceso de transición entre el Gobierno actual y el que iniciará el próximo 14 de enero en Guatemala comenzó este lunes con la participación del actual mandatario, Alejandro Giammatei, y el electo el pasado 20 de agosto, Bernardo Arévalo, en una ceremonia privada en la sede del Ejecutivo en la capital.
«Lo que nosotros queremos, deseamos, y sé lo vamos a lograr, es un proceso de transición ordenado, completo y en el que no quede ninguna duda en los que reciben de todo lo que van a recibir», afirmó Giammatei en la apertura de la reunión, transmitida esta noche por la televisión del Gobierno y sus redes sociales.
Agregó que a partir del lunes se abre un proceso que pretende «ser único en la historia de Guatemala» y que se prolongará a lo largo de los próximos meses con la participación de equipos de trabajo de ambas partes.
Arévalo agradeció la invitación y propuestas del mandatario durante en el encuentro, en el cual participó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por invitación de Gianmmatei y Arévalo.
«Hemos recibido de parte del presidente Gianmmatei una propuesta de un proceso de transición en donde consiste fundamentalmente en la creación de los espacios de trabajo entre los equipos técnicos del Gobierno saliente y del Gobierno entrante», informó.
Dijo que el proceso es «para poder hacer el intercambio de información necesaria para asegurar que la función pública continúe y que no haya alteraciones innecesarias en el funcionamiento de los distintos ministerios y las distintas instituciones».
En una conferencia de prensa posterior a la reunión, el presidente electo calificó el proceso a iniciar «como un camino de trabajo real para intercambiar información pendiente a la entrega del poder «.
Adelantó que los equipos de trabajo del Gobierno entrante estarán encabezados por la vicepresidenta electa, Karin Herrera.
Arévalo destacó afirmaciones de Gianmmatei en las cuales especialmente fue enfático en afirmar que el proceso era para entregar el poder a las personas electas en los comicios.
«Esperamos que esta claridad en ese posicionamiento sirva efectivamente para orientar y hacer que vaya desapareciendo ese asalto ilegal, ese intento de subvertir el orden constitucional y burlar la voluntad popular que está en marcha, como lo hemos dicho, desde instituciones del sector justicia», afirmó.
Arévalo denunció el viernes último que desde el poder judicial tratan de interrumpir el orden constitucional con maniobras para burlar la voluntad popular expresada libremente en las urnas e impedir la toma de posesión de las autoridades electas, lo que calificó como un golpe de estado en marcha.
El futuro gobernante ganó la segunda ronda con el 60,91 por ciento de los votos válidos, con una ventaja de cerca de un millón de votos sobre su rival, Sandra Torres, del partido de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). (Sputnik)
