Buenos Aires, 14 sep (Sputnik).- Un equipo de investigadores argentinos identificó una nueva especie de elasmosaurio, un gigante marino prehistórico, tras el hallazgo de un esqueleto de un reptil de cuello largo en la provincia de Chubut (sur), informó el miércoles el organismo científico CONICET.
«La conclusión es que estamos frente a una nueva especie (de elasmosaurio), la tercera descripta en Argentina, porque tiene características diferentes a las otras dos conocidas», comentó José Patricio O»Gorman, investigador del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y primer autor de la publicación científica, en una nota de prensa de la entidad.
En 2009, Carmelo Muñoz, residente rural en un campo del centro de la provincia salió a buscar un chivo perdido y halló el fósil casi completo de este gigante que vivió en la última etapa de los dinosaurios.
«Chubutinectes carmeloi», bautizado en homenaje a su descubridor original, es el holotipo, es decir el único ejemplar existente hasta el momento, de una nueva especie dentro de la familia Elasmosauridae y del orden Plesiosauria, dijeron los científicos.
El hombre halló algunas vértebras y parte del húmero y al darse cuenta que no pertenecían a animales conocidos guardó los fósiles.
En ese momento le comentó el hallazgo al dueño de un bar de un pueblo vecino, quien a su vez le relató el descubrimiento años después a Pablo Puerta, encargado de la organización de campañas en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew, que pasaba por la zona.
Luego de haber identificado los fósiles como pertenecientes a un tipo de plesiosaurio, grupo de reptiles marinos que vivieron hace entre 201 y 65 millones de años en todas las aguas del planeta, cuatro investigadores del CONICET organizaron en 2021 dos campañas para extraer los restos.
«Nosotros colectamos casi todos los huesos de la columna desde el tronco hasta la cola, costillas dorsales y otras abdominales llamadas gastralia, una estructura común en ciertos reptiles. También hallamos la cintura escapular, la pélvica bastante completa y elementos importantes de los miembros anteriores o posteriores, como fémur, tibia, fíbula y falanges», comentó O»Gorman.
Imágenes que acompañan la nota de prensa muestran los enormes huesos fosilizados mientras eran recuperados y las partes luego armadas en una composición.
El animal tenía un tronco de unos 2 metros de largo y su longitud total era de unos 8 metros, mientras que su peso se estima en unos 2.000 kilos, según el estudio publicado en la revista Cretaceous Research.
Fósiles invertebrados que aparecieron juntos a los restos permitieron a los científicos determinar que la nueva especie identificada vivió hace unos 67 millones de años, poco antes de la extinción de los dinosaurios ocurrida hace 65 millones de años.
La abundancia de estos otros fósiles permitió también establecer que el espécimen vivía en aguas poco profundas y cálidas.
También se recuperaron gastrolitos del fósil, unas piedras estomacales que se cree que estos reptiles ingerían para colaborar con la digestión mecánica de los alimentos.
Los investigadores resaltaron que el sitio del hallazgo es remoto y aislado, y que de no ser por el chivo extraviado y la responsabilidad de Muñoz tal vez nunca se habría descubierto esta nueva especie. (Sputnik)
