San José, 26 sep (EP/PL).- El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció hoy que declarará emergencia nacional por la llegada de migrantes al país, que superó las estadísticas promedio de los últimos años.
Indiqué a las autoridades involucradas que analicen si la situación amerita que se declare emergencia nacional, debido a la cantidad de personas que pasan por el territorio rumbo a Estados Unidos, subrayó el mandatario en conferencia de prensa, luego del Consejo de Gobierno.
Acompañado del ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, el presidente Chaves explicó que en los últimos tiempos 386 mil personas llegaron a Costa Rica tras el cruce por la selva del Darién.
En su intervención dio a conocer que hace solo unos días 25 personas hicieron disturbios en Paso Canoas, la zona fronteriza con Panamá.
Ordené al Ministerio de Seguridad Pública, tener “mano firme” con aquellas personas que piensen que la gentileza y amabilidad se puede confundir con debilidad, dijo al referirse a esa situación.
Instruyó a la Dirección de Inmigración y extranjería que empiece con la deportación de las personas que provocaron los disturbios. Van de vuelta, aseguró.
Explicó, a su vez, que aquellos que deseen llegar a Costa Rica y continuar su rumbo norte, irán ahora a un centro especial para allí tomar un autobús que lo llevará hasta la frontera norte.
A su turno, el Presidente Ejecutivo de la Comisión Nacional de Emergencias, Alejandro Picado, explicó que la declaratoria permitirá dar recursos y fortalecer la capacidad operativa de las instituciones para solventar la seguridad de las personas habitantes de las fronteras y garantizar a los migrantes lo que corresponde para un tránsito seguro.
Podría sonar xenófobo, pero CR no está obligada a hacer lo imposible. Las causas de las migraciones están en sus países de origen y ahí debería centrarse el esfuerzo de las Naciones Unidas para resolver esas diásporas. Sobre todo cuando muchos de esas poblaciones migrantes inician su viaje engañadas en un futuro que tiene gran probabilidad de no cumplirse, porque el país destino final no les va a aceptar el ingreso y si lo hacen hasta los podrían deportar.