Ciudad de México, 3 oct (Sputnik).- Varios miles de personas marcharon por las calles de la capital mexicana la tarde del lunes en una manifestación enfocada en cuestionar la «militarización» al conmemorar el 55 aniversario de la matanza de en la Plaza de las Tres Culturas de Tlateloloco, en la que murieron más de 300 personas.
El Comité 68 Pro Libertades Democráticas, integrado por sobrevivientes de la masacre perpetrada por militares del Batallón Olimpia criticó al actual Gobierno federal encabezado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, por exculpar al Ejército de su responsabilidad en los asesinatos cometidos el 2 de octubre de 1968.
«El Gobierno sigue protegiendo al Ejército cuando se trata de investigar los crímenes de Estado en que ha participado y lo respalda en su negativa a entregar toda la información que tiene en su poder. Eso ha sucedido con los archivos del 2 de octubre de 1968, así como los del 26 de septiembre de 2014 de los normalistas de Ayotzinapa», dijeron en un pronunciamiento emitido en la conmemoración.
La protesta culminó con incidentes menores frente al Palacio Nacional, sede del Ejecutivo federal, y consignas pintadas en los comercios y edificios históricos.
Los manifestantes que marcharon bajo la consigna de «55 años luchando», afirman que el Gobierno actual «ha entrado en un proceso de militarización que cada día va en aumento y que no tiene fin».
López Obrador dijo este lunes que el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) asumió su responsabilidad en esta represión.
«En esos momentos difíciles como el 2 de octubre de 1968, que no se olvida, el Ejército recibe órdenes. El Ejército actúa en casos como esos, no en todos los casos, pero sí en casos como este, recibiendo órdenes del Comandante Supremo de la Fuerzas Armadas, y en ese entonces el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas era el presidente Díaz Ordaz», dijo el mandatario.
El rol de los militares
Horas antes de la conmemoración, el mandatario reafirmó su postura ante el rol del Ejército, que considera como una institución subordinada a una orden presidencial.
«Hay elementos para sostener que la represión del 2 de octubre del 68, quienes participaron de manera directa, fueron miembros del Estado Mayor Presidencial», subrayó López Obrador.
A la manifestación se sumaron familiares y compañeros de los estudiantes de la escuela de magisterio Ayotzinapa, quienes fueron atacados en la ciudad de Iguala, Guerrero (sur) cuando viajaban en cinco autobuses a participar en la conmemoración anual por la masacre de Tlatelolco, la noche del 27 de septiembre de 2014.
Joel Ortega, sobreviviente de la masacre hace más de cinco décadas dijo vía telefónica a la Agencia Sputnik desde la manifestación que «el presidente López Obrador ha vuelto a defender y declarar inocente al Ejército por la masacre de Tlatelolco».
Recordó que la primera vez que el mandatario hizo una declaración similar fue unos días antes del 2 de octubre de 2018, después de ganar las elecciones presidenciales, cuando dijo que «el Ejército es pueblo uniformado».
«Esa misma conducta tiene ante los militares que actuaron en complicidad con las bandas del narcotráfico y los poderes locales en el caso de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa», prosiguió el testigo de aquellos hechos.
Señaló que los expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes se retiraron de México porque los militares se negaron a entregar los documentos que los involucran en esa masacre.
«Este es un Gobierno entregado al Ejército, postrado ante grupos de narcotraficantes», afirmó el exdirigente del Partido Comunista Mexicano.
La manifestación partió desde la Plaza de Tlateloco bajo el lema «Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos», con participación de estudiantes de la Universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y otras instituciones académicas, y culminó bajo una lluvia pertinaz.
«Este es un Gobierno militarizado. Es triste porque llegó con el apoyo de millones que creían en un cambio y los ha estafado, al restaurar lo peor del régimen de la época autoritaria, de los Gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y Luis Echeverría (1970-1976)», puntualizó Ortega.
Una pancarta que encabezaba la manifestación rezaba: «No hay transformación sin toda la verdad sobre los desaparecidos. ¡Basta de simulación!».
Las protestas permanentes a lo largo de décadas permitieron procesar, sentenciar y llevar al entonces presidente Echeverría (1922-2022), a purgar prisión domiciliaria por casi tres años. (Sputnik)
