domingo 28, abril 2024
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La CCSS un tema de todos. (I)

Cuando se toca el asunto de la CCSS y buscar soluciones, hay intereses particulares e intereses comunes. Esta vez tocaré únicamente los comunes, es decir lo bueno y malo de una institución equilibrada para todos los usuarios, actuales y futuros.

Cuando la CCSS nació, a principios de los años cuarenta del siglo anterior, en realidad era más una utopía que una realidad, teníamos pocos (relativamente) trabajadores “en planilla”, la economía era más informal que hoy y por ende los “cotizadores” eran mucho menos cantidad. Paralelamente existía un sistema hospitalario y atencional de caridad bastante grande, donde los pagos los hacía el usuario con mejores ingresos, es decir pagaba el que podía.

La idea del reformador social, Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia(conocedor del sistema del Hospital San Juan de Dios y la Carit) era buscar un sistema que protegiera a todos mediante financiamiento de patronos y trabajadores. Tenemos que aclarar que la burocracia siempre estuvo privilegiada en la CCSS, eran los mejor contratados y además por razones obvias tenían acceso prioritario a la atención médica.

Los manejos de la Institución fueron esencialmente burocráticos hasta el gobierno de Carazo Odio, cuando se nombró el primer médico en la Presidencia Ejecutiva, ahí siguió por muchos años, médico más, médico menos, pero luego se regresó al nombramiento de “no médicos”, considerándose una persona de confianza del presidente de turno. Ya venía arrastrando enormes déficit de IVM para financiar E y M(enfermedad y maternidad), vulnerando cada vez más su estabilidad económica, sin mejorar absolutamente nada para los usuarios.

Si bien ha habido usuarios que abusan del sistema, policonsultantes (pacientes que van al seguro por cosas baladíes) “carruseles” de pacientes agradables hechos por médicos irresponsables, para atender únicamente a quienes quieren.

Por otro lado la medicina se ha encarecido porque la tecnología y los insumos han incrementado el costo, amén de que hoy por hoy existe una mejor calidad diagnóstica y terapéutica, antes jugábamos a curar: a mi me tocó ver los sinapismos de mostaza y los cataplasmas, una serie de medicamentos de dudosa reputación, la cirugía no había avanzado tanto y era más simple: a mi en el San Juan de Dios me tocó utilizar un bisturí para Columna que era uno soldado sobre el otro, los electro cauterios eran reutilizables así como los guantes, todo eso era reutilizado después de lavarlos y esterilizarlos. Luego vendría la época del consumo masivo dentro de los hospitales, la mística de muchos años anteriores desapareció. La tecnología ha sustituido en muchos casos el razonamiento clínico, fundamento de diagnóstico esencial, pese a la mejoría en diagnosticar, la curación no va aparejada, las enfermedades que no se curan aumentan a diario. Existe un error administrativo al asignar el número de pacientes por hora, a principios de los cincuenta eran doce por hora, a mi me tocó en los setenta ocho por hora, estas cosas fueron un motivo “disfuncional”, no se puede hacer un diagnóstico en 7.3 minutos y un tiempo razonable por paciente ronda los treinta minutos.

Este es un breve resumen introductorio a la variada gama de problemas que arrastra la institución más necesitada de los costarricenses.

(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es médico

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1 COMENTARIO

  1. Muy interesante! Así empezó el asunto, entendible por su explicación de la realidad vivida por usted en el ejercicio de su profesión de médico desde los inicios de la CCSS.

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