Montevideo, 11 oct (Sputnik).- La cárcel paraguaya de Tacumbú permanece controlada por los reos que se amotinaron el martes, en protesta contra las acusaciones del ministro de Justicia, Ángel Barchini, quién dijo que un policía fugado del penal fue asesinado por miembros del grupo criminal Clan Rotela.
«Se pide que se abra la penitenciaría, garantías de que no va a haber represalias y un documento firmado de esas garantías», dijo el director de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, Luis Esquivel, en llamada al diario ABC desde el interior del recinto.
La estructura criminal dedicada al microtráfico de drogas en Asunción tomó el martes en la tarde el control de Tacumbú, cárcel enclavada en el barrio homónimo de la capital paraguaya, donde mantiene retenido a 23 custodios y unas 30 mujeres, muchas de ellas encerradas por voluntad propia, por ser pareja de los reclusos.
Para retomar la normalidad del reclusorio, los presos pidieron garantías de que no entrarán organismos de seguridad del Estado al edificio, solicitaron una fecha definitiva de cuándo van a abrir la penitenciaría para nuevos reclusos, así como un diálogo con el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora.
De momento, ni Barchini, ni nadie de su cartera realizó declaraciones al respecto y se desmintió un pedido de disculpas a los reos.
Barchini había declarado a inicios de mes que el Clan Rotela habría secuestrado y asesinado al suboficial Oliver Lezcano, encarcelado por asesinar en enero pasado al militar Líder Ríos, y quien se fugó del penal el pasado 27 de septiembre, como admitió Nicora.
Lezcano sigue con paradero desconocido, pero compartió un video en el que daba fe de vida, y afirmaba que se entregaría nuevamente a las autoridades. (Sputnik)
